A menos de dos semanas para el crucial 23 de octubre, las miradas de la política bonaerense se posan sobre Malvinas Argentinas. La puja librada por el Intendente Jesús Cariglino en el territorio frente al aparato nacional y provincial puede, según el resultado, modificar sustancialmente el mapa político de la primera sección electoral. La preocupación de numeroso dirigentes por lo que pueda acontecer el día de la elección y después. Los apoyos en silencio que recibe el jefe comunal complementan el escenario picante de uno de los municipios que tendrá los ojos puestos del país. La visita de Cristina Kirchner el miércoles.
La andanada de votos que obtuvo Cristina Fernández el 14 de agosto hizo planchar con fuerza el interés por el devenir de las elecciones del 23 de octubre en el país. El resultado está cantado y lo mismo sucederá en la provincia de Buenos Aires: Daniel Scioli se encamina hacia un triunfo sin sobresaltos. Por eso, la atención se posa sobre muy pocas comunas. Vicente López y Malvinas Argentinas son las más observadas del conurbano. En el resto, puede existir puja pero es dentro del Frente para la Victoria, y por ende quien resulte ganador deberá compartir su éxito con CFK.
El caso de Malvinas Argentinas se ha puesto por demás interesante de analizar en las últimas jornadas. Las denuncias cruzadas sobre violencia y tiros no se frenan. Ya Jesús Cariglino hizo una denuncia penal por la presencia de efectivos de Gendarmería de civil que “perseguían militantes”. Y la semana que pasó, una camioneta con dos jóvenes que hacían pintadas en el distrito para Cariglino fueron baleados y golpeados. La acusación apuntó al ex policía Sergio Ibañez, hoy custodia de Luis Vivona candidato del Frente para la Victoria. Pero las acusaciones no se detienen allí. Desde el kirchnerismo también aseguran ser víctimas de agresiones desde que comenzó la campaña.
Nadie se anima a pronosticar que la violencia cederá. Al contrario. Es mucho lo que se pone en juego y demasiada la rivalidad entre los candidatos. En el medio de ello, se anuncia la llegada de Cristina Kirchner para el miércoles. Claro que no será un acto político de campaña. La presidente irá a una empresa que fabrica fideos en el parque industrial de Tortuguitas. Los seguidores de Luis Vivona intentan capitalizarlo como una llegada de apoyo explícito a su candidatura. La pregunta es si a ese acto, institucional, irá Jesús Cariglino. Le corresponde como máxima autoridad local. Ejemplo similares sobran, como se dio en Santa Fé horas antes de la elección provincial donde CFK y Hermes Binner compartieron palco en una empresa del grupo América, propiedad de Eduardo Eurnekián. Aquí puede pasar lo mismo.
Hace mucho tiempo que Cristina no visita Malvinas Argentinas. La última vez fue en un acto donde se inauguraron viviendas que construyó el municipio. Y antes había estado para declarar al distrito “Capital Nacional de la Salud Pública”. ¿El hecho que Cariglino no esté en el Frente para la Victoria le habrá hecho cambiar de opinión? No se sabe aún. Sí lo que se conoce es que más allá de las diferencias políticas, son varios los funcionarios de alto rango nacional y provincial que siguen levantando el teléfono para derivar pacientes de distintas partes del país a Malvinas Argentinas. Como se ve, los lazos nunca se interrumpen del todo.
Existe también una mirada puesta en el futuro de la sección electoral y especialmente de la región a partir de lo que pueda suceder en Malvinas Argentinas. Y esa sensación se transmite en los diálogos que mantienen, en privado, varios dirigentes con funcionarios nacionales y provinciales. Se está a las puertas de un nuevo diseño estructural en el peronismo más allá de los números del 23. Sí es seguro que nada será igual, ni en Malvinas Argentinas y tampoco en la primera sección electoral.
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