Park Geun-hye, de 61 años, deberá lidiar con la amenaza nuclear de Norcorea,tema prioritario en su agenda. Pyongyang continúa con su escalada nuclear
Crédito foto: AFP
En su discurso inaugural, Geun Hye prometió trabajar por la reunificación de la península coreana, a la vez que llamó a Corea del Norte a renunciar a las armas nucleares.
En medio de fuertes tensiones entre las dos Coreas por las recientes pruebas de misiles y un test atómico de Pyongyang, la hija del ex dictador surcoreano Park Chung Hee dijo que promoverá una política de confianza mutua que pueda servir de base para una futura reunificación.
"El ensayo nuclear de Corea del Norte es un desafío para la supervivencia y el futuro del pueblo coreano", alertó Park Geun Hye, de 61 años.
La presidente, diputada durante muchos años del gubernamental Partido Saenuri, juró su cargo en una festiva ceremonia en el Parlamento de Seúl ante más de 50.000 invitados, entre ellos su antecesor y compañero de partido Lee Myung Bak.
El presidente estadounidense, Barack Obama, envió una delegación encabezada por el asesor de seguridad nacional Tom Donilon.
No hay duda de que "nos encontramos en un terreno de seguridad extremadamente grave", dijo Park, y llamó a Corea del Norte a renunciar a su programa nuclear. A la vez, prometió que su política hacia el país vecino buscará reducir las tensiones.
Corea del Norte realizó hace casi dos semanas su tercer test nuclear subterráneo, infringiendo las resoluciones de la ONU, y generó una ola de indignación internacional.
El régimen comunista ha anunciado además más pruebas. Su actuación dependerá de la actitud de Estados Unidos, al que acusó de seguir una política hostil hacia Corea del Norte.
Además de las cuestiones con su vecino del norte, Park mencionó la reactivación de la economía como una de sus prioridades. Su objetivo es lograrlo mediante una "economía creativa y una democratización económica". En el centro de su idea de la"economía creativa" se sitúan la ciencia, la tecnología y la industria tecnológica, indicó.
Park regresará en su nuevo cargo al palacio presidencial que tuvo que abandonar tras la muerte de su padre. Park Chung Hee, que gobernó el país con mano de hierro entre 1961 y 1979, es apreciado por muchos surcoreanos por el boom económico que vivió el país bajo su mandato.
Según los analistas, esto ayudó mucho a Park en las elecciones en diciembre, sobre todo entre los votantes de mayor edad y conservadores.
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