El secretario de Seguridad Pública de Río de Janeiro, Mariano José Beltrame, aseguró que uno de sus principales logros fue despolitizar el área que conduce. Asegura que la clave para combatir la corrupción en las fuerzas de seguridad es “pagar mejor y preparar mejor a los policías”. Pero aclara que la corrupción es “fruto de la sociedad”.
Amable, cordial, carismático. El brasileño Mariano José Beltrame saluda a todos los que se acercan a saludarlo tras su intervención en el seminario Gobierno y Seguridad en el Hotel Provincial de Mar del Plata. Allí llegó para hablar sobre lo que más sabe: Combatir la inseguridad.
En una entrevista con LPO, el secretario de Seguridad Pública de Río asegura que “la corrupción en Brasil, Argentina y hasta en Estados Unidos es fruto de la sociedad”.
Considera como su mayor victoria en Río de Janeiro la separación de la política del área de seguridad que conduce. “Nada de lo que hicimos hubiese sido posible sin un distanciamiento serio entre lo técnico y lo político”.
Beltrame, es reconocido por su avanzada sobre los narcotraficantes en las favelas de Brasil, pero su decisión de aplicar políticas de tolerancia cero con los delincuentes también genera controversia.
-El diario Folha de San Pablo lo califica como el nuevo Eliot Ness ¿Está de acuerdo con esa apreciación?
-(Sonríe) No soy Eliot Ness, no tengo ese tipo de pretensiones. Creo que Brasil tiene problemas muy serios como para hablar sobre un nuevo Eliot Ness. Si miramos para atrás vemos que hay muchas cosas que mejorar y, si miramos para adelante vemos que hay distancias oceánicas que requieren mucha responsabilidad y compromiso. Estamos trabajando con vidas humanas con sentimientos y con esperanza. Necesitamos calma más que hablar de un Eliot Ness.
-Usted habló de la importancia de recuperar el territorio para ganarle a la violencia en Brasil. ¿Cómo fue ese trabajo en Río?
-Es que infelizmente, los traficantes de drogas y armas entraron a las favelas y al Estado nunca le importó. Nunca se esforzaron por retirarlos y allí permanecieron y se fortalecieron. El Estado siempre los dejó, nunca los atacó de manera concreta.
Nosotros nos tuvimos que preparar para derribar esos muros y para destruir su poder. Eso es lo que estamos haciendo ahora. Entrar a esos lugares con fuerzas especiales, con batallones de shock que permanecen allí el tiempo necesario. Luego se retiran e ingresa una policía nueva, una policía de proximidad. Con una cultura y una formación novedosa.
-¿Cómo es posible trasladar esto a la provincia de Buenos Aires donde no existen territorios tan delimitados como las favelas de Río?
- Es más complejo. Es cierto que Ustedes no tienen un muro o villas como Río de Janeiro. La solución, como en otros estados de Brasil es aportar, más con demandas sociales que con presencia policial. Atender esas demandas sociales y las expectativas.
Entre la mano dura y una policía de proximidad
Beltrame tiene 55 años, es Licenciado en Derecho, en administración de Empresas y Administración Pública, con especialización en Inteligencia Estratégica. Fue el creador de las Unidades de Pacificación Policial (UPP), implementadas en el estado de Río de Janeiro.
En noviembre de 2010 fue uno de los principales organizadores de la operación de toma de la favela de Vila Cruzeiro y en el avance de las fuerzas de seguridad en el Complejo Alemao, también en Río. Esta última operación terminó con la incautación de más de 42 toneladas de marihuana, 330 kilos de cocaína, crack, armas pesadas y grandes cantidades de municiones.
-Su programa de seguidad incluyó la creación de las Unidades de Pacificación Policial. ¿Qué características tiene esta policía?
-Es una policía de proximidad, de diálogo, con actitud. Debe ser capaz de demostrar a los habitantes de las favelas que estamos del mismo lado. ¿Quién no quiere la paz? Todos buscamos y queremos la paz. Ese es el propósito, esa es la búsqueda. La idea es poder llegar a la sociedad.
-¿Qué va a pasar con el Batallón de Operaciones Policiales Especiales (Bope), esa tropa de elite creada para combatir al narcotráfico en las favelas?
-A medida que vayamos ganando los territorios y las bandas armadas, el rol de la Bope también va a disminuir. Estamos convencidos que cuanto más se atienden las demandas sociales, menos policías se van a necesitar.
-En argentina muchos hablan de la connivencia, la relación entre la policía y el delito. ¿Qué sucede en Brasil?
-Allá la policía también es muy corrupta. Lo que hay que hacer es pagar mejor y preparar mejor a los policías. Es necesario crear mecanismo de control y condenar de manera rápida las irregularidades dentro de la fuerza.
También es necesario destacar que la corrupción en Brasil, Argentina y hasta en Estados Unidos es fruto de la sociedad, son hijos de esta sociedad. Las sociedades son un elemento generador de corrupción.
-Usted ha hecho referencia a la despolitización de la Secretaría de Seguridad Pública. ¿En qué consistió ese proceso?
-Esa fue la mayor victoria que conseguimos en Río de Janeiro. ¿Cómo íbamos a crear un programa de pacificación de un área o región si en ese lugar al jefe de policía en vez de elegirlo nosotros lo elegía un político?. Nada de lo que hicimos en Río hubiese sido posible sin un distanciamiento serio entre lo técnico y lo político.
En una entrevista con LPO, el secretario de Seguridad Pública de Río asegura que “la corrupción en Brasil, Argentina y hasta en Estados Unidos es fruto de la sociedad”.
Considera como su mayor victoria en Río de Janeiro la separación de la política del área de seguridad que conduce. “Nada de lo que hicimos hubiese sido posible sin un distanciamiento serio entre lo técnico y lo político”.
Beltrame, es reconocido por su avanzada sobre los narcotraficantes en las favelas de Brasil, pero su decisión de aplicar políticas de tolerancia cero con los delincuentes también genera controversia.
-El diario Folha de San Pablo lo califica como el nuevo Eliot Ness ¿Está de acuerdo con esa apreciación?
-(Sonríe) No soy Eliot Ness, no tengo ese tipo de pretensiones. Creo que Brasil tiene problemas muy serios como para hablar sobre un nuevo Eliot Ness. Si miramos para atrás vemos que hay muchas cosas que mejorar y, si miramos para adelante vemos que hay distancias oceánicas que requieren mucha responsabilidad y compromiso. Estamos trabajando con vidas humanas con sentimientos y con esperanza. Necesitamos calma más que hablar de un Eliot Ness.
-Usted habló de la importancia de recuperar el territorio para ganarle a la violencia en Brasil. ¿Cómo fue ese trabajo en Río?
-Es que infelizmente, los traficantes de drogas y armas entraron a las favelas y al Estado nunca le importó. Nunca se esforzaron por retirarlos y allí permanecieron y se fortalecieron. El Estado siempre los dejó, nunca los atacó de manera concreta.
Nosotros nos tuvimos que preparar para derribar esos muros y para destruir su poder. Eso es lo que estamos haciendo ahora. Entrar a esos lugares con fuerzas especiales, con batallones de shock que permanecen allí el tiempo necesario. Luego se retiran e ingresa una policía nueva, una policía de proximidad. Con una cultura y una formación novedosa.
-¿Cómo es posible trasladar esto a la provincia de Buenos Aires donde no existen territorios tan delimitados como las favelas de Río?
- Es más complejo. Es cierto que Ustedes no tienen un muro o villas como Río de Janeiro. La solución, como en otros estados de Brasil es aportar, más con demandas sociales que con presencia policial. Atender esas demandas sociales y las expectativas.
Beltrame tiene 55 años, es Licenciado en Derecho, en administración de Empresas y Administración Pública, con especialización en Inteligencia Estratégica. Fue el creador de las Unidades de Pacificación Policial (UPP), implementadas en el estado de Río de Janeiro.
En noviembre de 2010 fue uno de los principales organizadores de la operación de toma de la favela de Vila Cruzeiro y en el avance de las fuerzas de seguridad en el Complejo Alemao, también en Río. Esta última operación terminó con la incautación de más de 42 toneladas de marihuana, 330 kilos de cocaína, crack, armas pesadas y grandes cantidades de municiones.
-Su programa de seguidad incluyó la creación de las Unidades de Pacificación Policial. ¿Qué características tiene esta policía?
-Es una policía de proximidad, de diálogo, con actitud. Debe ser capaz de demostrar a los habitantes de las favelas que estamos del mismo lado. ¿Quién no quiere la paz? Todos buscamos y queremos la paz. Ese es el propósito, esa es la búsqueda. La idea es poder llegar a la sociedad.
-¿Qué va a pasar con el Batallón de Operaciones Policiales Especiales (Bope), esa tropa de elite creada para combatir al narcotráfico en las favelas?
-A medida que vayamos ganando los territorios y las bandas armadas, el rol de la Bope también va a disminuir. Estamos convencidos que cuanto más se atienden las demandas sociales, menos policías se van a necesitar.
-En argentina muchos hablan de la connivencia, la relación entre la policía y el delito. ¿Qué sucede en Brasil?
-Allá la policía también es muy corrupta. Lo que hay que hacer es pagar mejor y preparar mejor a los policías. Es necesario crear mecanismo de control y condenar de manera rápida las irregularidades dentro de la fuerza.
También es necesario destacar que la corrupción en Brasil, Argentina y hasta en Estados Unidos es fruto de la sociedad, son hijos de esta sociedad. Las sociedades son un elemento generador de corrupción.
-Usted ha hecho referencia a la despolitización de la Secretaría de Seguridad Pública. ¿En qué consistió ese proceso?
-Esa fue la mayor victoria que conseguimos en Río de Janeiro. ¿Cómo íbamos a crear un programa de pacificación de un área o región si en ese lugar al jefe de policía en vez de elegirlo nosotros lo elegía un político?. Nada de lo que hicimos en Río hubiese sido posible sin un distanciamiento serio entre lo técnico y lo político.
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