Al terminar su encuentro con los cardenales, Francisco rompió con una antigua tradición. Las imágenes lo muestran además pagando el hotel y viajando en bus
Veinte minutos de encuentro con los cardenales alcanzaron a Francisco para dar nuevas muestras de la humildad que quiere imprimir a su pontificado. En el momento en que los prelados debían saludarlo uno a uno, el Sumo Pontífice evitó el tradicional beso en la mano.
No fue la única muestra de lo que parece que será la marca de su estilo. El jueves pagó la cuenta del hotel donde se hospedaba durante eel cónclave que lo llevó a Roma. Con ello quiso "dar el ejemplo", según contó el vocero del Vaticano, Federico Lombardi.
Se supo luego que de regreso a Casa Santa Marta tras ser electo el miércoles, Francisco se negó a utilizar el automóvil del Santo Padre y se subió a un microbús del Vaticano con otros cardenales, como había estado haciendo en los primeros días del cónclave. Las redes sociales han hecho circular fotos de aquel viaje, otro signo de la austeridad que imprimirá a su pontificado.
Para su primera salida fuera del Vaticano para ir a rezar a la basílica de Santa María la Mayor, el Papa utilizó un Volkswagen negro de la Gendarmería vaticana en lugar del lujoso coche oficial, un Mercedes.
"No podemos ir en algo más sencillo?", le preguntó el flamante Papa al chofer, a quien luego abrazó.
Durante el camino de regreso al Vaticano dio otra sorpresa, cuando se paró en la Casa del Clero, cerca de Piazza Navona, para recoger su equipaje en la residencia donde se había alojado hasta el miércoles.
Fue allí que Francisco se dirigió a la oficina de administración a pagar su factura.
También confirmó que la escolta del Papa se redujo al mínimo, por pedido del flamante titular de la Iglesia.
"La escolta de seguridad está al servicio del Papa y no al revés. Por lo tanto se adaptan al estilo pastoral que el Papa prefiera", resaltó Lombardi.
Además, sorprendió al mundo que el nuevo Sumo Pontífice, al salir por primera vez al balcón, no llevara la cruz de oro en el pecho, ni la capa, ni los famosos zapatos rojos.
Por ahora, Francisco se hospeda en la suite 201 de Santa Marta, lugar en el que se han alojado los 115 cardenales durante el cónclave.
Se trata de un departamento compuesto por el dormitorio, un salón y un estudio, preparado para facilitar los primeros días al nuevo Papa.
Luego, cuando estén reformados sus aposentos vaticanos, cerrados tras la renuncia deBenedicto XVI, se trasladará allí.
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