El intendente de San Miguel, Joaquín de la Torre, se reunió con el nuevo representante de la Santa Sede, Emil Paul Tscherrig, y entregó regalos para el Papa Francisco que recuerdan el paso de Bergoglio por San Miguel
La elección de Jorge Bergoglio como Sumo Pontífice, motivó de orgullo y felicidad a un país, y en especial, a los sanmiguelinos. Es que Francisco vivió buena parte de su vida en San Miguel, y dejó su huella en sus corazones con la humildad que siempre lo caracterizó procuró una Iglesia con atención en los pobres.
El intendente, Joaquín De la Torre, mantuvo una reunión esta semana con el Nuncio Apostólico de la Santa Sede, Mons. Emil Paul Tscherrig, quien muy posiblemente sea quien oficie la Misa en las próximas Fiestas Patronales, las cuales, fueron presididas por el entonces Representante del Estado Vaticano.
En dicho encuentro, Joaquín, en nombre de los vecinos, tuvo oportunidad de hacerle entrega de diversos regalos para el Papa Francisco en memoria y recuerdo de su vida en San Miguel. Junto con ello se hizo entrega de una carta en la que se expresó todo el orgullo de los sanmiguelinos y el reconocimiento por su labor para con los más humildes.
El Papa Francisco ingresó en el año 1958 a la Compañía de Jesús. Llegó a San Miguel como estudiante de la carrera de Filosofía en el Colegio Máximo, del cual tiempo más adelante fuera rector durante seis años, en 1961 y allí estuvo hasta 1963. Luego unos años en los que estuvo fuera volvió al Colegio Máximo, donde fue ordenado Sacerdote en diciembre de 1969. Fundó, en 1980, y fue el primer párroco de la Parroquia San José (Muñiz y Agüero), y levantó las Capillas de Santos Mártires y San Alonso Rodríguez. Vivió en San Miguel hasta año 1985.
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