Colombia: fiscalía no tiene estructura para afrontar un desarme de las FARC

El fiscal general del país, Eduardo Montealegre, instó al Ejecutivo a “crear lainfraestructura para juzgar a 10.000 miembros de la guerrilla”

La fiscalía de Colombia no tiene la capacidad técnica para afrontar la investigación y desmovilización de miles de miembros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), en caso de que esta guerrilla firme un acuerdo de paz con el gobierno, admitió este jueves el fiscal general Eduardo Montealegre.

"En este momento nosotros necesitamos una mayor infraestructura en la fiscalía para atender un eventual proceso de desmovilización o proceso de paz con las FARC", dijo Montealegre durante un debate en el Senado sobre un proyecto que pretende otorgar facultades al presidente Juan Manuel Santos para reformar dicho ente.

Montealegre instó al gobierno a "crear una infraestructura de funcionarios, de métodos de investigación, de una gran organización para asumir la investigación, acusación y juzgamiento de cerca de 10.000 miembros de la guerrilla".

Desde noviembre del 2012, el gobierno de Santos y las FARC negocian en La Habana una salida pacífica al conflicto armado de Colombia, que se ha extendido durante casi medio siglo. Venezuela y Chile participan de este proceso como países acompañantes, mientras Noruega y Cuba actúan como naciones garantes.

El domingo, ambas partes alcanzaron un trascendental acuerdo sobre el problema agrario, primero de los cinco puntos de la agenda de negociaciones, que consiste -según Santos- en implementar una "reforma rural integral" durante los próximos años en el país.

Las conversaciones se reanudarán el próximo 11 de junio en La Habana, durante las que ambas partes pretenden discutir respectivamente el segundo punto de la agenda: la participación política de la guerrilla.

Quedarán entonces pendientes el tema de las drogas ilícitas, el abandono de las armas y la reparación a las víctimas del conflicto.

Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), fundadas en 1964 tras una insurrección campesina, es la principal guerrilla de Colombia y la más antigua de América Latina, con unos 8.000 combatientes en la actualidad, según cifras oficiales.

El conflicto armado de Colombia, en el que también han participado otras guerrillas de izquierda, grupos paramilitares de derecha y organizaciones de narcotraficantes, ha dejado más de 3,7 millones de desplazados y 600.000 muertos a lo largo de casi 50 años.

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