Es una iniciativa para prevenir la ceguera evitable y bajar los tiempos de espera para el trasplante de cornea, a partir de un convenio entre el municipio y la Fundación Oftalmológica Nano
El jueves 30 de mayo, en un acto que estará encabezado por el intendente sanmiguelino Joaquín de la Torre, el titular de la fundación Dr. Hugo Nano, y el presidente del Cucaiba, Adrián Tarditti, se realizará el lanzamiento oficial del Programa “San Miguel, comunidad donante”, una iniciativa que se propone, fundamentalmente, la prevención de la ceguera evitable y la disminución de los tiempos de espera por una donación de córnea.
El jueves 30 de mayo, en el marco del Día Nacional de la Donación de Órganos y Tejidos para Trasplante, la Municipalidad de San Miguel -a través de su Secretaría de Salud- y la Fundación “Oftalmológica Hugo D. Nano”, llevarán a cabo el lanzamiento del programa “San Miguel, comunidad donante”. El acto tendrá lugar ese mismo día, a partir de las 10:30 hs., en el Salón Dorado del Municipio (ubicado en la calle Sarmiento 1551 – San Miguel) y estará encabezado por el intendente del distrito, Joaquín de la Torre, el presidente de la Fundación, Dr. Hugo D. Nano, el presidente del Cucaiba, Adrián Tarditti y el secretario de Salud, Dr. Mario Russo, entre otras autoridades e instituciones.
Se trata de una iniciativa que tiene como principal objetivo prevenir la ceguera evitable e incrementar la procuración de tejidos para implante, de tal manera que supere la incidencia de ingresos a las listas de espera con la finalidad de disminuir los tiempos en que una persona aguarda por una donación de córneas.
A partir de la labor tanto del hospital público como de los sanatorios privados, el Incucai, el Cucaiba, el municipio y la fundación, sumado a las actividades de difusión y concientización, se busca generar un sistema eficaz de procura respecto de la cantidad de fallecimientos acaecidos en la región, tanto por muerte encefálica como por muerte por paro cardio-respiratorio.
El programa no sólo es una experiencia piloto de trabajo de campo, sino también un ensamble óptimo entre las acciones gubernamentales, las prácticas médicas, la participación comunitaria y el apoyo de entes sanitarios internacionales, tendiente a mejorar notoriamente el tratamiento de patologías oftalmológicas de los pacientes, asegurando de esta manera el derecho a la salud de las personas, independientemente de su posición socioeconómica.
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