El intendente de Malvinas Argentinas no oculta sus intenciones de ser candidato a gobernador. Para eso se puso un objetivo a corto plazo que, piensa, podría catapultarlo: la presidencia del PJ bonaerense. Esta semana comenzó a recorrer el Conurbano y espera que Sergio Massa le de el apoyo final.
Tal como adelantara LPO, el intendente de Malvinas Argentinas tiene un objetivo para los próximos dos años: erigirse como uno de los candidatos a gobernador de Buenos Aires para 2015. Si es posible, de la mano de Sergio Massa aunque en su entorno aseguran que el armado que viene pergeñando le puede dar independencia.
Desde hace un par de meses, el ex dirigente del FpV comenzó a aceitar su estructura fuera de la Primera Sección, su zona fuerte y donde se siente más protegido. De la mano de sectores del peronismo tradicional comenzó a sumar hombres y nombres con experiencia en la Tercera, donde tentó a varios ex PRO y ex denarvaístas.
Por ejemplo, en Avellaneda su principal referente es el ex concejal Alberto Silva, que pasó a ser uno de los armadores. Pero también tiene a otros dirigentes con trayectoria como Julio Carpinetti en Florencio Varela, Germán Wibratt en Presidente Perón o Miriam Niveyro, en Almirante Brown.
También sumó a los diputados provinciales Julio Garro y Juan Carlos Piriz.
Justamente, esta semana, Cariglino comenzó una recorrida por el Conurbano que seguirá en las próximas semanas. El malvinense estuvo acompañando al primer candidato a concejal de Quilmes por el Frente Renovador y conductor de TV, Walter Queijeiro. El “Sapito”, quizá, sea su figura con más conocimiento en la zona.
Pero, al mismo tiempo que aceita su maquinaria, Cariglino tiene otra apuesta: ser presidente del PJ bonaerense. El jefe comunal de Malvinas cree que la diferencia que Massa sacará el próximo 27 y su acompañamiento a ese proyecto lo posicionan bien para intentar comandar al peronismo.
Por eso ya hizo público que el 15 de diciembre irá por la conducción y le pidió a los suyos que rieguen la idea de que es él quien puede unir al PJ. De todos modos, aún no cuenta con el ok definitivo de Massa ni de otros referentes del justicialismo provincial.
“Todos están con las elecciones, después de octubre muchos van a apostar por Jesús”, señalan en su entorno.
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