Desde los más oscuros abismos de los insensibles desalmados, irrumpe masivamente un “culto” funesto y maléfico. Hablamos de “San la muerte”, que sale a cazar distraídas voluntades de personas golpeadas por la marginalidad interior para querer darle identidad al mal.
Un largo descenso hacia las cavernas del sufrimiento espiritual y físico les aguarda a los seguidores de las penumbras. Hoy la delincuencia homicida pretende implementar lo más increíble y osado jamás pensado, crear y dar forma de ritual al sentimiento del mal.
Creemos no equivocarnos si afirmamos que los zares del narcotráfico auspician estas nigromantes prácticas demenciales.
Esto que sucede es muy grave y amerita que tomemos cartas en el asunto; desde el orden familiar que se intenta desvalorizar, hasta la educación que parece cumplir su rol con cierta somnolencia indigna de la figura de glorioso poeta y educador Pedro Bonifacio Palacios, ALMAFUERTE. De no cumplir con nuestro deber fraternal seremos cómplices por omisión del empobrecimiento intelectual de la Nación.
La ley de polarización existe e impera en todos los ámbitos del desarrollo humano. El bien está representado por FRANCISCO que continúa predicando un evangelio cercano a los excluidos del mundo, llamándonos a comprometer nuestra acción con los que necesitan de nuestro trabajo y solidaridad. Una legión de trabajadores, estudiantes y artistas silenciosos edifican lo positivo, la belleza, el bien, marchando por el sendero de la superación que nos conduce a la auténtica libertad.
No descuidemos el debate, ni subestimemos las señales que aparecen a nuestro rededor ¿Qué rol cumplirían ciertos políticos si en algunos lugares crecería el culto de las sombras? ¿Llevarían en una mano la Santa Cruz y en la otra una calavera?... ¡Esperemos que cumplan con su deber!
Acuden a nuestra mente un millar de imágenes sanadoras del espíritu: La madre Teresa de Calcuta, Manuel Belgrano que fallece pobre por brindarse con amor a nuestra patria, el Mahatma Gandhi. Nuestro Cura Brochero, San Martín, el padre de todos los argentinos, por citar a los primeros que en torrencial cascada de luz vienen a la mente.
Cuidar a todo desvalido, pero especialmente a nuestros niños, son los retoños de nuestra Nación. En estas pascuas con inmensa gratitud a nuestro señor Jesucristo, realicemos un esfuerzo más en dirección del bien, de lo correcto, en verdad de DIOS.
¡Que así sea!...
Máximo Luppino
Agradecemos la fuente smnoticias.com
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