Por Máximo Luppino - dirigente peronista de San Miguel
Sin lugar a dudas, podemos juzgar como sumamente exitosa la movilización convocada por la CGT opositora. Rápidos de reflejos Moyano y Barrionuevo llegaron a la gran clase media con un reclamo propio a sus más caros sentimientos de seguridad, orden y estabilidad.
El miércoles 14 vimos un palco sindical lleno de niños con remeras blancas con inscripciones despolitizadas, pero con mensajes que poseen un consenso casi general; como lo es la adecuación del impuesto a las ganancias, la implementación del tan anhelado 82 % móvil y un aumento necesario y digno para las jubilados de nuestro país, entre otros reclamos de amplio consenso popular.
Un universo de banderas argentinas brillaron por sobre cualquier leyenda partidaria y de fracción gremial alguna, en concreto, una muestra de civismo que da un fresco oxígeno pacificador en una sociedad un tanto crispada y violenta como bien lo señala el último documento de la Iglesia.
En el hemisferio oficialista exhiben como un triunfo la desaceleración de la inflación del último mes, pretendiendo ignorar que esto sucede porque la gente tiene mucho menos que gastar, queremos decir, mayor pobreza, más desempleo, muy poco dinero en la calle.
Una vez más “La organización vence al tiempo”. En el duro trajinar diario, en el combate cuerpo a cuerpo por interpretar sutilmente las necesidades del pueblo, Moyano y Barrionuevo parecen ser los mejores alumnos del general. Fueron capaces de mostrarle a la sociedad que saben cuáles son las angustias y desvelos del ciudadano de a pie. Como si todo esto fuera poco, el documento de la CGT nos regala una frase del gran Arturo Jauretche: ”Nada grande se puede hacer sin alegría”… mientras una larga lista de dirigentes marchan en indigno peregrinar al “Gran país del norte” para ver si Washington los ilumina; los muchachos de los sindicatos aplican las inmortales fórmulas del auténtico peronismo: “Unidad en la acción”, adecuarse a las necesidades, hablar el idioma de los necesitados sin doblajes ni intérpretes inglés-castellano.
Las encuestas pueden ser tan ciertas como mentirosas a la vez. Más bien, armas de una guerra mediática que pretende adormecer el espíritu creador del hombre.
Ayer, algunos políticos de primera línea escapaban a una foto con Moyano y Barrionuevo ¿Mañana será también así? Esperemos que no sea demasiado tarde para algunos. Es el tiempo un implacable verdugo. Ahora la pelota está picando muy alto.
Máximo Luppino
Agradecemos a la fuente: elembudo.tv por Sebastian Dumont
| Tweet |
0 comentarios:
Publicar un comentario