EL SENDERO

martes, 8 de julio de 2014






Los que caminan sobre espinas terminan con sus pies lastimados. Los que mienten y engañan van perdiendo gradualmente la confianza en sí mismos; como consecuencia se disuelve su prestigio social.  Entonces, el duro nomenclador de ¡mentiroso! comienza a sonar como un cruel latigazo en sus oídos  cada vez más fuerte en su rededor.

Muchas veces afirmamos la importancia sustantiva que va a tener la elección presidencial del año 2015 para nuestra Nación, en esta elección también se eligirán gobernadores e intendentes, además del recambio natural legislativo.



Todos los analistas políticos nos cuentan que no existirá una gran fuerza política de un solo matiz que se imponga ampliamente sobre las demás. Esto implica que la tan anhelada, pocas veces aplicada, virtud del consenso va a ser un hecho obligatorio. Decimos forzosa ya que será imperioso mantener acuerdos sustentables con la mayor cantidad de fuerzas posible.



¿Cómo lograremos esta anhelada condición de concordia si los vituperios crueles están a la orden del día? ¿Con qué ánimo, en un futuro inmediato, se sentarán en una mesa a dialogar aquellos a los cuales se los descalifica cruelmente hoy?



Esto no quiere decir que no existan críticas hacia aquellos episodios que se consideren inadecuados o equivocados. Es que la crítica no debe acarrear ofensas. Vemos, más bien, crudas descalificaciones personales y muy pocas críticas que procedan de la comprensión y del sano entendimiento.

Antes de tomar una decisión debemos realizar una profunda introspección indagando qué nos moviliza a una fijada acción y, luego, pensar en las consecuencias de nuestra medida a tomar. Pensar en el día después. Demasiados vientos hay sembrados en el suelo de la patria; nos cabe esperar, afrontar con dignidad algunas tempestades que se aproximan. Cuidemos de no generar más violencia.

Milenarias culturas orientales afirman que: “El guerrero perfecto tiene mucho de poeta”. También comentan que: “La espada más filosa es la que se asentó musitando dulces versos de hermosura infinita”…

¿Seguro que se tiene “La vaca atada”?, ¿La tortuga está o se escapó?...



Vemos las gotas de lluvia impactar estrepitosas sobre el duro cruel asfalto citadino, el pavimento soberbio y vanidoso ríe con mueca burlona; sin percibir que entre sus grietas ya asoman verdes hebras de vida perenne que ganarán la batalla final. Por esto, la gota humilde se brinda generosa a la causa de la vida, sabiendo que permanecerá en el árbol, en la nube, en el mar.

Por esto elegimos el camino más largo, el más recomendado por los sabios anónimos escondidos detrás de las flores de los más hermosos jardines.



El sendero de la Buena Voluntad, de la paciencia soberana, los atajos son trampas del EGO.

¿Pansás en política por vocación de servicio o por vanidad y vedetismo? ¿Deseas ser un estadista u otro bufón de la corte de simuladores del poder?    

Si realmente queremos entendimiento y consenso comencemos a gestarlo inmediatamente, desde ahora, siendo honesto en nuestros pensamientos y acciones. De lo contrario, cálzate el gorro de arlequín y seguí con el triste espectáculo.



Nosotros, soñadores de mil y una noches de ideales, nos sentimos hermanos de esas lluvias espléndidas que descargan generosas gotas diamantinas que enfrían y embellecen el indiferente asfalto, somos los que amamos las humildes motas de pasto.



                      Máximo Luppino

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