Presos de las antinomias

jueves, 22 de enero de 2015

Los años 70 más que heroicos fueren crueles y despiadados. Las "ideologías" se alejaban del espíritu de servicio y de la construcción positiva social, para convertirse en una puja violenta entre argentinos que solía dirimirse a plomo limpio.

Los desencuentros, obstinación aguda y el fanatismo, creó un monstruo sórdido que en el amanecer del 2015 aún se resiste a morir.  Los pueblos se alimentan de cultura e ideas inspiradoras de trabajo disciplinado y constante, no de necias frases inculcadas por brutos o malintencionados. Que: "A los tibios los vomita DIOS" es una de las aseveraciones más torpes que circula con frecuencia en los despachos de algunos funcionarios. Además de la insolencia de "interpretar" los "sentimientos" del monarca del AMOR, impele a tomar partido extremo y rotundo entre "esto o aquello" sin meditar lo suficiente al respecto.  Se pretende arrancar una posición pasional que acepte TODO lo de un bando y rechace en absoluto lo que provenga del supuesto "grupo enfrentado".  En los matices está el enriquecimiento y desarrollo de la individualidad de los hombres. En el sentido del equilibrio la verdad se manifiesta con tranquilidad y holgura.

Unitarios y federales, peronismo / antiperonismo, el gobierno o Clarín... ¿Cuántos absurdos más estamos dispuestos a soportar? Mientras disputamos un juego impuesto por pícaros, la economía se deteriora, la inflación avanza, la Nación pelea de puerta adentro, en vez de producir y conquistar mercados para que cada hogar de argentinos esté pleno y satisfecho en todas sus necesidades. 

Los acuerdos con China NO son la solución de nuestros problemas, mucho menos los acuerdos con el mundo fundamentalista árabe ¿Alguien cree que la base espacial China que se construye en territorio nacional, más precisamente en la provincia de Neuquén, es sólo un objetivo científico? Auténtico cuento Chino con peligrosos ribetes para nuestra soberanía...   Negociemos con TODOS los que convenga negociar sin destruir los lazos existente con otras naciones, sobre todo con la Europa pujante con la que tantos vínculos poseemos.

Los absurdos visitan la mente del distraído, Choripán o  hamburguesa no es una disyuntiva de vida, más bien es un cachetazo artero al sentido común. 

Los años 70 dejaron demasiada sangre y dolor como para inventar un cuentito épico de una etapa que estamos llamados a superar.

El violento monstruo debe morir, debe alejarse, junto a los cultores del relato falso. La inteligencia y la mesura aniquilan al nefasto engendro. En el  2015 debe comenzar una etapa de diálogo e interacción pensante entre TODOS.





Máximo Luppino 

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