FRANCISCO, EL BUEN PASTOR

Nuestro FRANCISCO ya cumple dos años dirigiendo los destinos de la Iglesia Católica y del Vaticano. Pero mucho más relevante aún, el S...anto Padre se erigió en un ícono de la PAZ mundial, un susurro de los pensamientos buenos y la vida simple amando al prójimo. 

Francisco latía expectante en cada paso cansino y sabio del sacerdote Bergoglio, como un gigante que despertaba entusiasta con cada obra de compasión y servicio a sus hermanos.

“EL VERDADERO PODER ES EL SERVICIO”, nos recordó. Entonces, las monedas de la ilusión terrena se opacaron con la sublime luz de la verdad. Gira y gira en nuestra conciencia el llamado del sagrado deber de trabajar a favor del BIEN, a favor del prójimo, que es construir para TODOS, edificar el palacio de nuestro espíritu. 

Los arrabaleros adoquines de Buenos Aires extrañan a ese cura paternal y simple que protegía a los pobres, a los “descartados” a los sufrientes y menesterosos. Bergoglio estaba en silencio develando al GRAN FRANCISCO…

El lujo del Vaticano NO lo cambió, llegó a la Santa sede con sus negros zapatos gastados a los que NO traicionó, a los que nunca quiso abandonar. Como si sus viejos “tarros” le recordaran a ese “fin del mundo” que tanto quiere… Su cruz también trasunta simpleza y humildad.

Es que imaginamos a FRANCISCO, el Papa del planeta, más ARGENTINO que nunca, más dentro de nuestros corazones y de nuestra piel. 

A dos años de su papado está humanizando un Vaticano que se alejaba cada vez más de la gente. Francisco está adecuando una vieja lujosa estructura en la IGLESIA compañera de los pobres que JESÚS SOÑÓ. 

Entre los muchos regalos de DIOS que brindó a los argentinos hay uno muy especial que se llama FRANCISCO.

“EL VERDADERO PODER ES EL SERVICIO” ¡Gracias, FRANCISCO!

Máximo Luppino

Tweet