Por Alfredo Sayus
Aníbal Troilo “Pichuco” solía comentar “porqué dicen que me fui si siempre estoy llegando”. Lo mismo ocurrirá desde el 16 de junio con nuestra vecina y amiga Adriana Nano, la cantante, autora y compositora de Muñiz (y del Mundo) que estrenará nuevo CD.
La flamante placa discográfica de Adriana, que el público melómano encontrará desde mañana en las disquerías de todo el país, se titula “Bosque”, con el que nos ofrece un recorrido que, como ella misma afirma, “cuenta y dibuja el mapa de un territorio interior, mi propio bosque…”
A partir de aquí, Nano incluye en su octavo disco como solista nuevos ritmos del folklore argentino y latinoamericano. Se trata de 13 temas de los cuales es autora de la letra y la música de la mitad de ellos.
Estos son: “Augurio de Benteveo”, “Te sueño árbol”, “Fantasmas de espuma”, “Bochinchero el carpintero”, “Dormilón del camino”, “Semillitas de comino” y “En el bosque”, donde alterna estilos como la zamba, la rumba, el vals, la polca y la chacarera. A estos temas de su autoría se agregan otros de compositores como Jorge Lazbal, María Elena Walsh y Jairo, entre otros.
“Bosque” se suma al profuso trabajo artístico de Adriana Nano que ya fuera nominada dos veces a los premios Grammy Latinos y cuatro veces a los Premios Gardel a la Música que, para quienes venimos escuchándola desde sus comienzos, los tiene sobradamente ganados. Luego de la presentación de este CD en Argentina, Adriana Nano lo llevará de gira por Europa, recorriendo el norte de Italia del 8 al 23 de agosto.
Los arreglos y la dirección musical de “Bosque” son de Roberto Calvo. También participaron de esta nueva propuesta discográfica los músicos Néstor Acuña, Juan Concilio, Leandro "Pitu" Marquesano, Mauro Caracotche, Marcelo Chiodi, Pablo Zapata, Gustavo Suárez y Roberto Calvo. La producción y dirección artística es de Adriana Nano.
Cuando le pedimos a Adriana que nos contara sobre los detalles de este nuevo CD, con la dulzura que la caracteriza, nos dijo: “En él, voy hilvanando canciones a través de una experiencia íntima y amorosa con el mundo natural. El bosque canta, cantan sus personajes, plantas, animales, y por sobre ellos, el amor, la libertad, la búsqueda de Dios. Todos ellos son la savia que alimenta este bosque. Es el bosque que me explica, me contiene. Todos vivimos en un bosque, cada uno tiene su bosque”.
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