LA FORJA..... JESÚS CARIGLINO

En la forja de las dificultades se templan las más nobles virtudes del hombre. La lealtad es la reina de la ética. Sin lealtad a nuestros sentimientos y pensamientos somos apenas una masa de carne y osamenta deambulando por el seco desierto de la esterilidad creativa. 

Los “amigos del campeón” son vampiros del poder, prontos a obtener ventajas por el tráfico de influencias. Lo que ennoblece al hombre lo despierta expandiendo su conciencia hacia una amplia dimensión ...de alegría y paz sin igual. 

Puedo dar testimonio de que la inmensa mayoría de las personas son de un carácter entero y recto. El bien es silencioso y rotundo. 

Juzgamos que es una obligación dar testimonio de las conductas y personas bienhechoras que conocemos. De esta manera, cualificando la virtud ayudamos a desarrollar el correcto plan divino que reside en la creación. 

 Deseamos referirnos a Jesús Cariglino, un político profundamente comprometido con su comunidad. Nos gusta llamarlo desde nuestro querido San Miguel: EL PADRE DE MALVINAS ARGENTINAS. 

Tomó un distrito recién creado para convertirlo en una pujante ciudad con identidad propia. Su POLO SANITARIO adquirió renombre en TODO el país y es reconocido más allá de nuestras celestes fronteras. 

Cariglino, el referente indiscutido de intendentes e intelectuales, el infatigable hacedor, el hombre sencillo que siempre está pronto a brindar su ayuda.

Poco sabemos sobre cuáles serán los próximos pasos públicos de JESÚS, pero sí adivinamos que ya cuenta con un buen número de seguidores que NO OLVIDAN la desinteresada ayuda recibida. 

Nada más poderoso que un PENSAMIENTO moldeado en FE y disciplina. Tenemos plena confianza en Cariglino, ya que su espíritu es el de un eterno joven emprendedor. 

En la forja de la adversidad aparecen los amigos verdaderos y los hombres de BIEN, para convertirse en puro acero de lealtad.

Deseamos dejar constancia de que Martín Fierro es un lugar donde SIEMPRE Jesús Cariglino será BIEN recibido y respetado con el infinito afecto que supo conquistar en nosotros. 

Máximo Luppino

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