¿Miedo o realidad?

Por Alfredo Sayus

En un peregrinar por medios de comunicación radiales y televisivos (y algunos escritos) los candidatos a ocupar algún lugar en el gobierno en el hipotético caso de un triunfo macrista, se desgañitan denunciando una “campaña del miedo” por parte del kirchnerismo.

Sin embargo, lo que anuncian Scioli y los futuros funcionarios que lo acompañarán en su gobierno, junto a quienes ya resultaron diputados, senadores y gobernadores electos, son las medidas que tomará Macri en caso de ser Presidente.

Es decir, lo que recuerdan estos candidatos es que tanto Macri como sus acólitos no apoyaron ninguna estatización con la que se garantizó la soberanía nacional. Tampoco las que mejoraron la calidad de vida de los argentinos, porque, por citar un ejemplo, el destructor de la centenaria Unión Cívica Radical, Ernesto Sanz, llegó a afirmar que la Asignación Universal por Hijo se iba por la canaleta del juego y de la droga.

Hay cientos de ejemplos con este tenor de críticas a las medidas de gobierno del kirchnerismo. No todo está bien, hay que corregir cosas. Faltan otras por hacer, indudablemente. Pero no todo está mal y el camino que se tomó en estos 12 años fue el correcto. Hay que seguir andando, claro, para conseguir lo que falta y mejorar lo que haya que mejorar, por el mismo camino, por supuesto.

Del otro lado, del lado del presunto cambio de Cambiemos, está la falta de compromiso, el interés personal por sobre el interés colectivo, pero además también están las ideas para una política de concentración económica que beneficia a unos pocos por sobre la mayoría, está la entrega del patrimonio nacional, está el plan de desnacionalización, está la pérdida de los logros obtenidos.

Esto no es la campaña del miedo. Es decir la verdad sobre una política de gobierno que ya se aplicó bajo las administraciones neoliberales, que ya espoleó al pueblo y que regresará sin atenuantes bajo el un posible mandato de Macri. Querer confundir a los votantes con el miedo, cuando se trata de la realidad, es una actitud deleznable. ¿La estará utilizando el macrismo ante la seguridad de la derrota?

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