OJALÁ

miércoles, 4 de noviembre de 2015

Los hombres caminamos por los peligrosos desfiladeros del tiempo fugaz en busca de la felicidad, en busca de la VERDAD. Las experiencias son los instructores implacables que con mano de hierro nos muestran el camino. Abundan las dificultades, pero el ALMA de la humanidad se sustenta en DIOS mismo, por esto la marcha jamás se detiene.

Resistir lo malo y abrazar lo BUENO suena tan simple y sencillo como difícil de cumplir en la contienda cotidiana, en los momentos donde la concentración huye de las playas de nuestra conciencia, para sumergirse en el océano de las distracciones fugases.

Pero el deseo es una fuerza tremenda, sobre todo el “OJALÁ todo lo positivo se concrete”. Decíamos OJALÁ: “OJALÁ proviene del árabe: Inshallá, que significa "Dios lo quiera". Aunque hay otra versión no comprobada sobre "ohh Ala" pedido de árabes a Ala, y de ahí proviene la deformación de Ojalá, como término usado para referirse a un deseo.

Las palabras poseen una fuerza propia, sonora, acorde a su entonación y vibración; pero además poseen la energía poderosa de la intencionalidad que cada uno de nosotros le imprimimos.

Así es que darles sentido a nuestras palabras es darle sentido a nuestra VIDA.

El OJALÁ se convierte casi en una sencilla oración cotidiana, es él ¡QUIERA DIOS!

Ojalá los argentinos sepamos elegir y lo que elijamos OJALÁ no nos defraude.

Una patria grande con un pueblo feliz es un justo deseo.

OJALÁ así sea…





Máximo Luppino

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