En las arenas del
tiempo donde casi todo se diluye permanece firme, de pie, sólo lo profundamente
auténtico y genuino. Los ideales, el altruismo, la fraternidad, los amigos, la
familia están blindados por el sagrado amor, a salvo de las inclemencias
cambiantes de las versátiles circunstancias.
Los nuevos tiempos se
edifican sobre la base de los viejos tiempos y, en ocasiones, olvidan sus orígenes
dándole a sus días un amargo tinte de ingratitud. Así actúan algunos dirigentes
que se montaron en la gran marea triunfante del justicialismo ocupando
importantes cargos públicos. Hoy algunos miran para otro lado y, más que apoyar
la lógica y adecuada gobernabilidad, se convirtieron en adoradores de los insulsos
“globos amarillos”.
El resultado electoral
debe respetarse a ultranza, y apoyar lo bueno de los nuevos gobernantes es
sagrada obligación ¡Ser Bufón del poder da profunda lástima!
Las VERDADES son
ETERNAS, de no ser así no serían tales. La doctrina justicialista no ha sido
superada, por los cual le debemos consideración y lealtad.
El PERONISMO posee su
guardia pretoriana en la profundidad de la memoria emotiva popular. Los
humildes de todo lugar de la patria veneran al General y a su compañera EVA.
Lo “nuevo” de hoy
pronto será lo “viejo” de ayer, así la rueda de los ciclos continuará su giro cósmico.
Evocamos al PERONISMO
con sus epopeyas, con su liturgia singular y única, con su cultura de
COMPAÑEROS en todo lugar y tiempo.
El movimiento de JUAN
DOMINGO PERÓN junto a nuestros héroe y mártires reclaman lealtad y generosa
dedicación.
Los cultores de lo
nuevo están destinados a perecer, los que aman las tradiciones y la ancestral cultura
se mantendrán erguidos y firmes ante las oleadas de la adversidad.
En el sagrado AMOR del
pueblo: ¡PERON SIEMPRE VUELVE!...
Máximo Luppino
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