Cuando leímos en los medios gráficos que la gobernadora María Eugenia Vidal emprendía un retiro espiritual con su gabinete de gobierno provincial en primera instancia nos alegramos. Pensamos en reflexión, meditación, oraciones sustentadas en ayunos parciales o totales, reglas de silencio en modestos claustros bendecidos por profundas vibraciones de solidaridad y altruismo.
Evocábamos al gran Mahatma Gandhi con su circular rueda de hilar con la cual combatió las poderosas máquinas industriales textiles de Manchester y el Mahatma, seguido por el devoto pueblo hindú, triunfó. También la mítica caminata de la SAL que Gandhi dirigiría por toda la India para limitar el producto inglés y así ganar en soberanía y al fin obtener la independencia del Reino Unido de Gran Bretaña por medios pacíficos.
Sacerdotes Franciscanos y Jesuitas con votos de pobreza acudían a nuestro imaginario, ya que el concepto de “Retiro Espiritual” es muy profundo.
Pero NO, el “retiro Espiritual” de Vidal acontecía en un lujoso Hotel Spa 5 estrellas de la localidad de Luján. Comenzó el viernes a las 8 de la mañana (día laboral para el resto de los mortales) y se extendería hasta las 3 de la tarde del sábado.
Nuestra decepción casi limitó con la indignación, en escasos cuatro meses “el equipo” de gobierno padece de fatiga y de motivación; sin duda “¡No cualquiera calza las botas de potro!” … Mauricio Macri implementó en sus reuniones un “especialista en felicidad” y Vidal se raja a un Spa para buscar “motivación” …
¿Y si prueban NO echar gente, dar trabajo y pagar sueldos adecuados? Vamos TODOS a estar FELICES y nos ahorraremos los honorarios de un experto en risas. Ya que si el pueblo pasa hambre y necesidades por más “expertos” que traigan nadie va a estar contento.
M.E. Vidal y gabinete tienen derecho concurrir a un Hotel Spa con su dinero en días NO laborables. De lo contrario, suena más a “joda” que a “Retiro Espiritual”. Cuidemos el sentido de las palabras.
Mientras los 2500 trabajadores de Atucha están en la calle, como tantos otros compatriotas, funcionarios se “motivan” en opulentas salas de masajes.
¿Cuánto dinero salió el “Retiro Espiritual” y quién lo pagó?
En ocasiones tenemos la sensación de que algunos miembros del gobierno no sólo jamás pasaron hambre, sino que desconocen por completo el pesar y sufrir de los que menos tienen.
En vez de contratar un “experto” en felicidad (un campeón el tipo, cada uno curra de lo que puede) deberían realizar ejercicios de auténtica compasión y solidaridad para con los habitantes de esta sagrada patria nuestra.
¡Hasta el próximo retiro! …
Máximo Luppino
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