“La organización vence al tiempo” - dijo el General- con la sencillez de los sabios, con la humildad de los que se tutean con el conocimiento.
El tiempo y el espacio son los dos grandes carceleros del hombre, oprimidos por nuestras coyunturales circunstancias nos cuesta volar más allá de nuestros “casilleros” históricos.
Juan Domingo Perón había logrado descifrar las sanas necesidades de su pueblo. Creó una doctrina amplia y trascendente para enfrentar los desafíos de la lógica erosión de las épocas.
El tres veces presidente de los argentinos decía: “Gobernar es crear trabajo” Esta afirmación de Perón parece tener más vigencia hoy que ayer. Sobre todo, en la realidad de un gobierno de “cambiemos” que está expulsando empleados del circuito laboral. Un gobierno que exhibe devoción por los centros financieros internacionales y poca sensibilidad social por aquellos hermanos que están sin trabajo y son menospreciados en su hombría creativa.
Mujeres y hombres trabajadores, sostén de sus familias, son eyectados del circuito de producción y acción para aplicar liberales recetas económicas extranjeras que sólo favorecen a los cultores del “mamón de oro”.
La economía al servicio del hombre es la consigna. La dirección inversa es el camino de los pocos poderosos que intentan controlar al mundo a través del hambre y de las crueles mordazas bursátiles. Pueblos enteros que trabajan y trabajan para acumular incontables riquezas de los magnates del planeta que sumergen a las naciones al más cruel dolor.
Los pensamientos de Perón y Eva están hoy tan vivos como ayer, nuestra UNIDAD es el objetivo. Quizás nos reorganizaremos a los tumbos y tropiezos, pero toda acción recta dará seguros frutos.
El Peronismo 2016 es el de la constancia, tolerancia y paciencia, cualquier otro rumbo es equivocado. Tenemos de nuestro lado la auténtica intención de ayudar y redimir a los sojuzgados, a los dejado de lado, a los que necesitan trabajar y estudiar y no son ayudados. También la de facilitarle a la numerosa “clase media” las herramientas que necesita para producir el crecimiento que tanto anhela. Dejar de ser un obstáculo en el deseo de progreso de muchos emprendedores.
El crecimiento interior acarrea en un principio dolor por los sentimientos primitivos que tenemos que enterrar. El peronismo 2016 requiere perdón y saber tolerar diferencias internas. Los conceptos “traidor”, “infiel” y demás deben ser trascendidos, volver a nuestra “ancha avenida” sin olvidar nuestros orígenes.
Este 2016 será difícil, pero día a día nos fortaleceremos en la VERDAD de nuestros principios solidarios y fraternales, en nuestro AMOR a la patria. Tenemos una historia de gloria, de sacrificios y logros. Ellos por ahora siguen de campaña electoral, y además de favorecer a las multinacionales y despedir empleados, mucho más NO hicieron.
Aguardando el segundo semestre que avanza a redoblados pasos continuaremos apoyando la democracia, pero sabiendo que el cauce del pueblo está en el PERONISMO de la persuasión, jamás en el de la intolerancia ni el de la prepotencia.
Realicemos profundas autocríticas para sobreponernos a nuestros errores y edificar nuevos triunfos en favor de la patria y de los trabajadores.
Los justicialistas tenemos en el Santo Padre FRANCISCO un ejemplo y una referencia insoslayable. Actuemos en consecuencia.
Cerramos recordando una vez más al gran LIDER, “¡Gobernar es crear trabajo!” …
Máximo Luppino
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