BICENTENARIO ARGENTINO

lunes, 4 de julio de 2016


Argentina, apenas 200 años de vida, sólo un suspiro en los diáfanos días del cosmos, un amanecer en la historia del planeta, una Nación joven que muestra su garra y bravura en cuanto la ocasión lo demanda. 

Miles de próceres y héroes enaltecieron la mística presencia del rey sol en el centro del amado pabellón nacional. Desde el padre la patria, Don José De San Martín, y el noble idealista hidalgo Manuel Belgrano, hasta los recientes soldados que enfrentaron a Inglaterra y a la OTAN toda para gritar al mundo: ¡Las MALVINAS son ARGENTINAS!... Generosos hermanos derramaron con valentía su sangre por la soberanía de nuestro territorio. 
Honor y gloria a los combatientes de Malvinas, por los que se quedaron bajo suelo o en el fondo del mar esperando su relevo al momento de volver a izar nuestra bandera en el más querido de todo el argento suelo.  Los que regresaron al continente con lágrimas de dolor en sus rostros, lo hicieron bajo el solemne juramento eterno: ¡MALVINAS, VOLVEREMOS!  
Somos una Nación joven con un pueblo de viejos anhelos heredados de otros tiempos, de culturas ancestrales.  Desde las selvas profundas, a las montañas altísimas, desde los montes bulliciosos, hasta la pampa silenciosa, una raza de seres libres surgió. Los barcos llenos de sufrimientos del viejo mundo reforzaron identidad y esperanzas, así Argentina construyó su único singular molde de carácter distintivo. 
Argentina en sus primeros 200 años generó para el mundo al hombre más determinante de la actualidad planetaria, nos referimos al Santo Padre FRANCISCO quien encabeza el liderazgo popular mundial. 
De la mano del Papa llegó paz y entendimiento en diversos lugares del globo, como el caso de Cuba y EE.UU. que retomaron diálogo y comercio luego de más de medio siglo de enemistad. 
Francisco es motivo de orgullo mayúsculo para Latinoamérica ya que se encuentra revitalizando a la Iglesia Católica con su ejemplo de humildad y austeridad. No puede haber sacramento más importante que estar al lado del que sufre y socorrerlo. Es el sentido de la fraternidad humana en DIOS que Jesucristo predicó. 
FRANCISCO es un referente mundial de bondad y servicio al prójimo. Para los argentinos debe ser el espejo cristalino en el que se refleje nuestra viva conciencia. 
Mágicos secretos matemáticos estelares designan en qué país nace cada ser humano. Nosotros sentimos gratitud hacia la poderosa invisible mano del destino que nos depositó en este sagrado suelo argentino de libertad sin igual. 
Feliz 200 años amada patria nuestra, felicidad para nuestro noble pueblo que confía en el BIEN SUPREMO. 
¡200 años, apenas un comienzo!

       Máximo Luppino

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