El tiempo continúa su marcha milenaria barriendo toda escoria relativa, dejando sólo en pie la magnífica VERDAD con sus ropajes celestiales de REALIDAD. El tiempo desenmascara toda farsa, erosiona todo disfraz. El tiempo desnuda toda superflua impostura, nos deja cara a cara con lo perdurable.
Transcurrieron más de ocho meses de “Cambiemos” y en verdad la situación socio-económica de la República empeoró drásticamente. En el afán de rendir pleitesía extrema al capitalismo voraz, el PRO sumergió a los trabajadores en un estado de crisis terminal.
El creciente desempleo, la inflación que, a pesar de la recesión, trepó a un desbocado 47% anual, sumado al “culebrón cruel” de los impagables tarifazos dejaron sin aliento a la clase media y demás sectores más modestos aún. Sólo un ignorante de la realidad salarial puede afirmar que aumentos del 400 y 500% es “gradualismo” en los incrementos de los servicios.
Todo aumento en las cargas públicas o en las tarifas de LUZ, GAS y AGUA debe guardar una proporcionalidad con las remuneraciones medias de la gran masa de empleados y obreros, de lo contrario sucede lo que acontece en el país que es que la gente NO tiene cómo pagar.
Para colmo de males, las góndolas de los mercados están colmadas de: naranjas españolas, frutillas chilenas, cervezas alemanas, ropa coreana y más. Esto implica una desprotección violenta de los productores nacionales y de la misma industria argentina. Las PYMES, verdadero motor de nuestra economía, están siendo conducidas a un pronunciado abismo de improductividad.
Atrás quedaron las glamorosas promesas de: “hambre 0, lluvia de dólares, cataratas de inversiones, etc.” Así como los charcos no hacen olas, el Pro-Cambiemos no ayuda a los pobres, sólo estimula a los ricos a ser más ricos.
Muy pronto Mauricio Macri llegará al 25% de su mandato presidencial, y el hambre aumenta en el país ¡El dogma de los que dicen ser “no políticos” suele ser el materialismo utilitarista sin corazón!
Reafirmamos nuestro compromiso democrático y tendremos siempre presente el orden constitucional, junto al cuidado y fomento de la PAZ social. Pero también debemos ejercer la libertad de opinar y mostrar lo que apreciamos desde nuestro humilde “saber y entender”, esto es: “¡Cada vez hay más hambre en nuestra amada patria argentina!”
Con todo respeto pedimos, suplicamos: ¡Reconsideren sus medidas, presten atención a los pobres! Creen fuentes de trabajo, abracen el Bien Común de los ARGENTINOS, se los pedimos con sincera vocación de dialogo y PAZ.
Máximo Luppino
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