Comprensible es que familiares y víctimas de delitos graves piensen en un momento que la pena de muerte es adecuada para criminales despiadados.
Hay crímenes que no se pueden concebir en la atrocidad del grado de maldad que desatan.
Creemos en la defensa propia. Creemos que las personas deben proteger a sus familias, amigos y a la comunidad.
Pero NO estamos de acuerdo con la PENA DE MUERTE. El MATAR usurpa el dichoso territorio del BIEN. Los pueblos son BUENOS Y CORRECTOS en su profunda inmensidad.
La pena de muerte conduce a la humanidad a las oscuras cavernas de la venganza. La sangre derramada es siempre una ofrenda al MAL.
¡¡¡El Santo Padre FRANCISCO se opone a la pena capital!!! ¿Cuántos justos e inocentes (en su mayoría pobres) fueron ejecutados injustamente?¡¡¡ Sin duda, MUCHOS!!!
Penas duras para los delincuentes, SÍ. Pena de muerte NO.
Los estados deben reflejar el compromiso con la compasión y la justicia en su dimensión más íntima y profunda.
¡PENSALO desde el AMOR!
M.L.
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