Cuando se interrumpe el diálogo, asoman los conflictos. Los gobiernos deben aferrarse siempre a la comunicación directa y cálida con todos los sectores sociales de la nación y de sus respectivas comunidades.
Los funcionarios tienen que exhibir en la práctica una conducta dialoguista plena de bonanza y comprensión, para buscar soluciones concretas a las dificultades laborales reinantes.
El paro docente y la multitudinaria movilización de la CGT junto a organizaciones sociales y medianos empresarios fue más que contundente en su expresión de descontento. Es un “mensaje directo” que muestra la delicada situación social, próxima a la oscuridad del precipicio de la inestabilidad.
La mente colectiva “TOMA NOTA” de todo lo que sucede, mucho más allá de las operaciones informáticas de los mercaderes de las noticias distorsionadas y falsas. En este sentido, el caso Correo Argentino fue detonante para la sociedad, marcando un “antes y un después” del burdo y calamitoso intento del presidente de la nación, Mauricio Macri, de favorecer a su familia directa y a sí mismo con una condonación de deuda que llegaría a 70.000 millones de pesos.
Sumando a los “favores” otorgados a los que saquean nuestro oro, o el reciente caso de la aerolínea Avianca, el cual marcó una nueva marcha atrás de los amarillos cultores de internacionales negocios. La adquisición del flamante avión presidencial parecería prometer un nuevo escándalo con drásticos ribetes judiciales. Entonces, la comunidad consiente de todas estas “desprolijidades” aprecia que no se le otorga un adecuado aumento salarial para poder comer y vestir dignamente, a la sazón entra en profunda indignación que se galvaniza en los paros y protestas que sufrimos a diario.
De todos los múltiples reclamos y disconformidades sociales reinantes, el docente quizás debería ser el más preocupante para “Cambiemos” ya que fue un sector que en gran medida los apoyó y ahora se encuentra profundamente decepcionado. Además, el docente es una genuina usina de difusión de criterios y humores imperantes, en padres y familiares de alumnos. Un conflicto docente es un tema grave.
“Cambiemos” está sumando un nuevo error. El intento de descontar los días de paro a maestros y profesores, esto equivale a querer apagar una fogata con nafta especial de alto octanaje.
¿Dónde quedaron el romance y los cordiales gestos con los guardapolvos blancos?
¿Fueron sólo morisquetas y payasadas de campaña?
Diálogo sobre más diálogo es la impronta de la verdadera política. La persuasión inspiradora es la conducta a seguir, claro, si se le otorga beneficios infinitos a los poderosos y a los humildes no se los socorre ni con un kilo de pan. Cualquier encuentro puede sonar a una burla cruel y despiadada.
“El horno no está para bollos” La gente comenzó a alejarse de Mauricio y sus globos amarillos. Toma distancia de las continuas promesas que resultan incumplidas.
¡Cuidado, el hambre no conoce de buenos modales ni se sujeta a los protocolos de la alta sociedad, la extrema necesidad conduce al hombre a decisiones lamentables!
¡“Cambiemos” debe cambiar!...
Máximo Luppino
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