La mera presencia de la LUZ disipa toda oscuridad.
El paso de Elisa Carrió por un espacio político parece purificarlo por completo, con tal magnitud que lo convierte en transparente, luminoso, republicano y rotundamente adecuado para dirigir los destinos de la Nación. Atrás quedaron las denuncias contra Mauricio Macri efectuadas por la mismísima Elisa. Ahora el Pro-Cambiemos es el bien, por ella misma decretado en forma irrefutable.
De todas maneras, a no relajarse demasiado, Carrió encarna una suerte de “deidad inestable” de humores cambiantes. Así es que si los “cósmicos vientos” soplan hacia otras latitudes los “bendecidos” de hoy pueden llegar a ser los “malditos” de mañana. Podrían ser azotados por el desgarrador látigo mediático de la gran Elisa, la custodia permanente de la república y así ingresar a la inmensa bolsa de los “leprosos de la política” condenados por la diputada.
Carrió manifestó: “Jamás voy a romper Cambiemos porque soy la creadora y la fundadora”
La contundente afirmación de Elisa Carrió la ubica en el centro del trono de los “victoriosos” relegando a un segundo plano a históricos del PRO, como a Horacio Rodríguez Larreta, María Eugenia Vidal, Gabriela Michetti, Emilio Monzó y al mismísimo presidente de la República Mauricio Macri, el primogénito mentor de las huestes amarillas.
Carrió aseguró ciertas verdades con reconocida antelación, también sentenció afirmaciones que NO FUERON tales. Pero proclamarse como “la creadora” de Cambiemos es un poco mucho. Si bien se reconoce su importante aporte, la UCR fue más importante que el reconocido aporte de Elisa.
La afirmación de Carrió de que ella es la creadora de cambiemos equivale a pensar que Héctor José Cámpora fue el fundador del PERONISMO, pretendiendo opacar infantilmente el faro fundacional del General Juan Perón y la compañera EVITA.
Cuando los peronistas discutimos entre nosotros somos tildados de caóticos y anárquicos, cuando existen enfrentamientos en el Pro-Cambiemos se califican como democráticos y pluralistas. Aun el ex embajador de Mauricio Macri, Martín Lousteau, está pidiendo que lo dejen competir en las PASO como parte del PRO.
Lousteau es para Macri lo que Randazzo es para Cristina.
Elisa Carrió aportó a Cambiemos, así como también en gran medida lo atomizó. Mucho dolor de cabeza le ocasionó la diputada al presidente de la república. Cuestionó la integridad moral de Nicolás Caputo, el gran amigo de Macri. Embistió contra Daniel Angelici, el presidente de Boca quien fue y es una pieza clave del entramado judicial del presidente de la Nación.
Fueron las denuncias de Carrió las que derivaron en el alejamiento definitivo del jefe de la policía de la provincia de Buenos Aires, Pablo Bressi, un hombre de confianza de la gobernadora Vidal. Pero esto no es todo, lo más grave es el enfrentamiento y denuncias que Carrió motoriza contra Ricardo Lorenzetti el presidente de la corte de justicia de la Nación, un hombre clave en la relación de fuerzas del poder judicial con el ejecutivo.
Así es que la diputada habla de NO ROMPER CAMBIEMOS cuando ya estuvo desparramando explosivos por todo el hemisferio íntimo y político de Macri. No en vano, en la provincia de Buenos Aires, Vidal NO la quiere como candidata. Entonces, Elisa será candidata por la Ciudad Autónoma. Los días próximos serán difíciles de abordar. Sin olvidar la economía, el consumo está por el piso. No hay dinero en los bolsillos de los empleados, el humor social es inestable, lo cual promete una elección legislativa que reflejará el verdadero humor social.
Mientras un grupo de periodistas auspician y fomentan en Carrió una suerte de rol profético que le hace mal a todos. Con tal de medir positivo en la audiencia alientan a Elisa Carrió a que bombardee con vehemente saña a sus “enemigos”. En fin, el espectáculo debe continuar…
Máximo Luppino
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