¿MAPUCHES, LA NUEVA MÁSCARA DEL EXTREMISMO?

sábado, 26 de agosto de 2017


“La fuerza es el derecho de las bestias” 
Juan Domingo Perón.

Los pueblos originarios de América toda merecen nuestro respeto y consideración. Dicho esto, desde nuestro auténtico sentir, debemos preguntarnos: ¿Mapuches, la nueva máscara del extremismo? 

Detrás de ciertos reclamos quizás encontremos individuos con móviles muy disímiles. En múltiples ocasiones causas sinceras son aprovechadas por los cultores del odio y la violencia para sembrar discordia y terror. 
Claro que todo argentino bien nacido desea la aparición de Santiago Maldonado. Si efectivos de Gendarmería u otra fuerza de seguridad actuaron siniestramente deben atenerse a las justas consecuencias legales y al merecido repudio social. Pero debemos aclarar que de establecerse efectivamente esta hipótesis se trataría de elementos díscolos y extraños al honor y gloria que lícitamente ostenta nuestra Gendarmería Nacional Argentina.
Los pueblos originarios de nuestra Nación suelen pedir con justa razón un lugar digno donde vivir y asistencia legítima del Estado Nacional. Sucede que ciertos “Mapuches” exigen tierras a la Argentina para establecer su propio estado Mapuche, desconociendo el rango histórico y legal de nuestra patria argentina. ¿Un estado hostil dentro de nuestra Nación? Consideramos absurda, inviable e insolente esta exigencia. Notamos que “demandan” tierras a nuestra Nación. Llamativamente NO las piden a la hermana República de Chile… que llamativo… 
La antigua ambición chilena de ocupar y apropiarse de nuestra Patagonia Argentina parece sobrevolar el conflicto Mapuche como un viejo fantasma expansionista de un Chile que en el conflicto por la soberanía por nuestras islas Malvinas realizó colaboracionismo activo con las fuerzas usurpadoras inglesas. 
Cuando un grupo o etnia que habita el suelo patrio quema nuestra bandera nacional debe considerarse sin lugar a duda que se trata de ENEMIGOS DE LA PATRIA y deben ser tratados como tales. En innumerables batallas por nuestra independencia miles de patriotas murieron por no arriar el noble y sagrado pabellón nacional. Resulta que con barbarie y brutalidad maliciosa tienen el desparpajo de quemar nuestro límpido emblema nacional, son llamas funestas. 
El conflicto de Malvinas eternizó a pilotos, marinos e infantes dando su vida por el honor nacional. Nuestra azul y blanca con el soberano amarillo sol NO se entregó al pirata invasor. A todos nuestros héroes los lastimaron mortalmente incendiando nuestra bandera. 
Hace días atrás, atacaron un puesto de gendarmería en la provincia de Córdoba bajo la consigna: “Venganza por Santiago Maldonado” Esto es extremismo ciego que no debemos justificar de ningún modo. 
El senado de la provincia de Buenos Aires fue atacado y dañado por un grupo que se manifestaba por la aparición Maldonado.  
El ministro de seguridad, Cristian Ritondo, y el jefe de gabinete de la provincia, Federico Salvai, fueron agredidos severamente. Salvai en sus oficinas y Ritondo sufrió un ataque al playón de estacionamiento del mismísimo Ministerio de Seguridad. Para agravar más la ya de por sí dura situación, Ritondo denunció la desaparición de un asesor, colaborador de su ministerio el cual ya hace tres días se encuentra desparecido, con su familia sin saber nada sobre ÉL.
Además de recordar la cobarde aparición de las encomiendas bombas que detonan al abrirse causando daño mortal a cualquier persona.
Demasiadas “casualidades” como para no preocuparnos severamente. Nadie sensato desea una vuelta forzada a la época de plomo de los 70. 
Hace pocos días, el pueblo argentino sufragó en las PASO. Ahora votará el 22 de octubre en forma definitiva para elegir sus legisladores. Este es el único camino que nos garantiza libertad y auténtica representatividad legítima. 
Estamos a tiempo de PARAR a los dementes que, reclamando en ocasiones por atendibles causas, en verdad desean sembrar violencia y volver a un tiempo en el que sólo se “dialogaba” detrás del fuego de las armas. 
Cuidando las instituciones de la Nación es como cultivamos la paz social, fomentando el necesario empleo de los trabajadores con sueldos dignos, atendiendo solidariamente a los más humildes. 
En nuestro suelo una sola Nación, un solo pueblo con miles de matices diferentes, pero todos unidos bajo la sagrada BANDERA ARGENTINA. 

             Máximo Luppino

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