La madrugada del martes 14 de noviembre no fue una más, entre sombras de pensamientos profundos y silencios con voz de estrellas iluminadas, partía hacia las alturas inmaculadas el compañero Rubén Castejón.
El doctor Castejón jamás hacia referencia a su título de abogado. El galardón universitario era para Rubén una mera herramienta de trabajo. Su título predilecto e irrenunciable era el de COMPAÑERO PERONISTA.
Hombre de la dura “vieja guardia del General”, el de “Luche y vuelve” sobreviviente de los años de plomo de la Argentina violenta. Doctrinario por excelencia, conversador incansable con la pasión peronista siempre a flor de piel. Manifestaba a menudo cierta “urticaria ideológica” por los cultores de los globos amarillos. Su condición de hombre bueno lo hacía elevarse por sobre las diferencias políticas. El compañero Castejón a todos respetaba.
Ya sea desde su página, Recuperación del Peronismo, como del programa de radio que compartía con su amigo de siempre, Pablo Cuccuini en F.M Trujui, desgranaba problemáticas sociales y políticas de San Miguel y de la Nación. Todo bajo la mirada inteligente de su justicialista católico entender que buceaba en la esencia de las situaciones.
Uno de los nuestros voló al cielo de los leales, uno de los nuestros que no cambió de color, uno de los nuestro que honraba a PERÓN y EVA. Deja Rubén un vacío enorme. Le rogamos a DIOS nos de fuerzas para jamás olvidarlo y honrar por siempre su memoria.
Claro que Castejón era un tanto “cabrón” y de “pocas pulgas”. Rechazaba a soberbios y “lame botas” por igual, pero siempre solidario con los humildes y necesitados.
Querido RUBÉN CASTEJÓN, cada vez que entonemos nuestra marcha partidaria recordando a Perón con nuestra legión de próceres y héroes estarás con nosotros más presente que nunca. Cada paso adelante que el PERONISMO que vos profesas logre, evocaremos tu figura y murmuraremos tu nombre, junto a un “muchas Gracias, RUBÉN”.
Nos sentimos orgullosos de contar con militantes del calibre de Rubén Castejón. Dejaste jirones de salud y pesares por el peronismo que tanto amás desde el fondo de tu corazón.
La pasión de Castejón alimenta el sueño de EVITA y del GENERAL. ¿Cómo no volver con tantos pensamientos vivos honrando nuestra patria?
Siempre presente RUBÉN CASTEJÓN en nosotros, te saludamos desde lo más profundo de nuestro ser.
Por último, tal cual te gustaría, te dedicamos un: ¡¡¡VIVA PERÓN CARAJO!!!
Máximo Luppino
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