La credibilidad de la clase política está severamente cuestionada desde hace largo tiempo atrás. Los dirigentes en general son observados con recelo y desconfianza, en especial los pertenecientes al mundo sindical. Obreros y empleados despedidos, cesanteados y hambreados padecen indecibles penurias; mientras jerarcas sindicales exhiben sin pudor alguno fortunas grotescas de dudosa precedencia.
La opinión pública señala estas riquezas de los “defensores de los trabajadores” a oscuros contubernios con el no menos limpio mundo empresarial que posee dinero para sobornar, pero NO tiene recursos para mantener dignamente a sus empleados.
Es difícil motivar a las fuerzas vivas de una Nación cuando sus más altos funcionarios poseen sus fortunas invertidas en el exterior. Tenemos políticos en el gobierno nacional que provienen del mundo empresarial, lógico es que posean una importante fortuna. Pero, lo que llama la atención es que hablan de una futura economía nacional floreciente mientras sus personales intereses financieros están operando por ganancias en el exterior. ¿En qué quedamos, vamos bien o es más seguro colocar dinero en otros países? Las conductas personales de estos funcionarios desacreditan su propia prédica.
La epopeya de una Argentina grande y próspera parece no tener fundamentos en los dirigentes nacionales de turno. “¡Los huevos de la productividad los depositan en canastas extranjeras!”
Transcurrieron dos años de la amarilla administración y parece que más que color oro impera un gris oscuro propio de próximas y cercanas tormentas económicas.
La localidad de Azul, en la provincia de Buenos Aires, se encuentra conmocionada por el cierre de la planta de Fabricaciones Militares. Afecta a 220 familias en forma directa, e indirectamente a toda la localidad de Azul.
La trágica desaparición del Ara San Juan llevó a funcionarios a prometer una reestructuración eficiente de las Fuerzas Armadas. En la práctica cierra una planta de la mítica F.M que fabricó armas para el país y buena parte de Latinoamérica. ¡Qué forma tan extraña de progresar!
En el proyecto de modernizar el sumamente necesario brazo armado de la patria se habla de que la gloriosa Prefectura Naval Argentina sería “absorbida” por la Armada Argentina. La Prefectura actúa desde 1810, tuvo una actuación heroica en la guerra de Malvinas. El concepto “absorbida” suena a disolver esta importante institución de la patria. ¡Esto en verdad posee un sabor a achique y reducción del poder operativo de la defensa nacional que a “modernización” de las fuerzas! ¿Cómo se moderniza lo que se hace desaparecer?
”¡Nos estamos yendo al pasto!”
La señora Mirtha Legrand, quien nos recuerda que mucho trabajó para que Cambiemos triunfe electoralmente y Mauricio Macri resida en la Casa Rosada, posee una honestidad intelectual digna de ser valorada. La diva de los almuerzos señaló agudamente lo siguiente: “Mauricio y los funcionarios NO pueden vacacionar tanto”. Agregando con sentido común: “Quédense y arreglen el país”. La conductora televisiva, lejos de detenerse aquí, agregó: “Los sueldos NO alcanzan” “Deben bajar la inflación, así no se puede”.
También la señora Legrand se refirió a los tarifazos, los incrementos en el precio de los combustibles y el alza de los costos del transporte.
Las “Balas amigas” suelen producir heridas más dolorosas que las del fuego enemigo.
Reflexionemos que las críticas de Mirtha, plagadas de sentido común, reflejan el sentir de mucha gente que sufre penurias diarias y que pertenecen a sentires diversos políticos.
Mirtha Legrand dice lo que la CGT debería decir, manifiesta más oposición racional que el mismísimo Partido Justicialista que parece encontrarse “asegurando el queso” de propias y bajas apetencias personales.
En fin, el Ara San Juan con sus 44 héroes marchan a ser olvidados por las cámaras televisivas, una noticia tapa a otra sin discriminar las importantes de las trascendentales. El pueblo NO olvida.
¿Nos quedaremos sin Prefectura Nacional?
¡Ya no quedan próceres en nuestro papel moneda!
¿Cuántas cosas más desaparecerán en el gobierno de Cambiemos?
¿Quizás deberíamos pedirle a Mirtha que hable más seguido con Mauricio?
Democracia eficiente es el correcto funcionamiento de las instituciones de la República, claro está. Pero también debe ser asegurar el plato sustancioso de comida para los hijos de los trabajadores.
¡DIOS ilumine nuestra Nación!
Máximo Luppino
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