Evidentemente, Cambiemos, es mucho más ambicioso que los gobiernos neoliberales que lo precedieron, hasta ahora los gobiernos neoliberales que llegaron a la Casa Rosada, solo intentaban vaciar las arcas monetarias de los argentinos, este gobierno con su Jefe de Gabinete a la cabeza, piensa ir mucho más allá, intenta con sus intelectuales orgánicos, al decir del pensador militante marxista, Antonio Gramsci, intenta llevar adelante una contrarrevolución cultural. La intención solapada hasta ahora y a partir de la nueva propaganda oficial, de manera manifiesta, es llevar a la Argentina a la etapa pre-peronista, y lo que es aun más angustiante es que anuncian, a todas voces, ser un gobierno que se manifiesta claramente contra la tradición, y nosotros, los peronistas sabemos bien, que sin tradición no hay Nación posible.
Las categorías de pensamiento de este gobierno, lastiman en lo más profundo, la fe del pueblo argentino, enfrenta claramente, las categorías de pensamiento, que para nosotros, y para nuestra gente están totalmente vigentes. Queda cada vez más claro, que como tantos gobiernos de elite, la Alianza Cambiemos se propone ser una instancia fundacional que niegue toda tradición nacional. “Argentina nace con ellos”. El último intento de esta aventura, había sido llevado adelante por Onganía en el golpe de Estado que dieron en llamar, “La Revolución Argentina”, muy parecido al nombre de esta campaña “La evolución de La Argentina”.
A través del filósofo Rozitchner y el Jefe de Gabinete Marcos Peña, fueron expresados, los tres valores o ideas fuerzas que tiene el gobierno de Cambiemos, y desde las cuales aprecia el mundo, la cosmovisión del gobierno, se enfrenta abiertamente con la cosmovisión de la Argentina misma. Y es desde este lugar que el peronismo debe pararse frente a la alianza gobernante.
Los tres valores que el gobierno propone como nuevas categorías de pensamiento, en el marco de la campaña anticultural que dió en llamar “La evolución de la Argentina” son:
Cercanía
Positividad
Futuro
Estas podrían ser palabras sueltas, sino fuera por el marco teórico que las envuelve. Unmarco teórico que viene a confirmar lo que el Peronismo viene sosteniendo a través de toda su historia, hay dos líneas que están enfrentadas desde el principio de nuestra Patria, la línea Nacional y la Línea anti-nacional. Esta vez como nunca queda esta dicotomía claramente señalada por lo anti-nacional. Es de tenerse en cuenta, que esto no se enfrenta solo con nuestra historia política, sino que se enfrenta abiertamente con la fe más de nuestra gente.
Veamos el marco teórico o referencial del vocero presidencial: “El sujeto político no es el pueblo sino el individuo”.
“La idea de futuro es la de sacar de la escena al personaje de la historia que para los argentinos está sobredimensionado, siempre estamos usando referencias al pasado para tratar de entender las situaciones del presente”. “No nos parece que sea una buena actitud, el pasado está llena de gente muerta” Filósofo oficial del gobierno y vocero intelectual del jefe de gabinete del gobierno de Cambiemos.
Estas afirmaciones que guían la concepción política del gobierno, además de ofensivas y agraviantes, es un planteo hipócrita en toda su extensión, es simplemente un andamiaje intelectualoide, disfrazado con la promesa de la evolución, que intenta explicar los fracasos del gobierno, con la vetusta idea de que todos los males de nuestro país son atribuibles al atraso que el peronismo en su demagogia y su exaltación del nacionalismo produjo al país, aislándolo de la evolución del mundo. Le es muy funcional a este aparente filósofo, culpar a los gobiernos peronistas que los antecedieron, para poder acordar con Gran Bretaña, sin que les tiemble la mano y ofender a nuestros queridos combatientes de Malvinas pero para nosotros, recordando al pensador Barres, “La Patria es la tierra y sus muertos”. Por lo tanto, la batalla cultural en la que nos encontramos, se trata de una resistencia de lo más profundo de nuestro Ser.
Desde este pensamiento es posible pensar una ley previsional nefasta como la que se votó al cierre del año 2017, donde se le bajaban los haberes a nuestros mayores, al mismo tiempo que se rebajaban las pensiones a nuestros héroes de Malvinas, la violencia de las palabras, siempre antecede a la violencia de los hechos. El peronismo como doctrina nacional, social y cristiana, desde su praxis política más profunda, provocó un salto de calidad al hombre argentino, esto es, lo hizo pasar de la triste categoría de individuo a la de la persona humana, portadora de toda su dignidad y después de este salto colectivo como no se conoció en nuestra historia, se logró pasar del estadío de masa al estadío superior de pueblo. Evidentemente, esto coincide con lo que le que viene reclamando El Santo Padre al capitalismo salvaje, “Respetar ante todo, la dignidad humana”.
En Argentina este proceso no tiene retorno, y contra esto pelea el gobierno de los centros de poder. El apotegma que guía a todo gobierno Nacional popular y cristiano es: “Nadie gobierna sin el concurso organizado del pueblo”. Para el ser argentino, si desapareciera la categoría de pueblo, desaparecería, su razón de ser. Es por ello, es que para la cosmovisión antinacional gobernante, solo se evoluciona, renunciando al ser nacional, más aun, renunciando al propio ser.
Como nos decía el General Perón, recordándonos, nuestra propia historia: “Cuando pienso en los acontecimientos cruciales de la historia del país, encuentro en ellos las huellas profundas de una toma de conciencia verdaderamente nacional. Este proceso se ha distinguido por una denodada pugna entre esa creciente conciencia y las fuerzas que han tratado de impedir implacablemente su libre expresión. El Modelo Argentino pretende ser, precisamente, la interpretación de esa conciencia nacional en procura de encontrar su cauce definitivo…”, Esta concepción política, barnizada con un aire de modernidad, no es otra cosa, que el retorno, de la fracasada teoría de los noventa: “El fin de la historia”, en rigor, no se les ocurre nada nuevo para confesar que quieren terminar con el peronismo una vez más.
Pero por esta tierra ya no se puede pensar la Argentina, sin pensar el peronismo. Es decir que en esta batalla cultural el gobierno nos propone:
Renunciar a nuestras tradiciones
Renunciar a ser un pueblo, con conciencia de su pasado y con el sueño compartido de construir un futuro común, para transformarnos en un mercado de seres individuales que se relacionen, entre sí, sin nada que les otorgue pertenencia.
No retrocederemos, sabemos bien, que nadie puede ser libre en un pueblo esclavo. Es menester impulsar la unidad para volver a ser un pueblo organizado. Me gustaría terminar con las palabras del General Perón en su Modelo Argentino para el Proyecto Nacional, que marca claramente nuestros valores que hoy deben transformarse en resistencia para el bien de nuestro pueblo: “Si el Modelo Argentino encarna la voluntad de nuestro Pueblo, será auténtico. Si es auténtico, será útil a la Patria. Y si es útil, cumplirá su propósito histórico”.
Este sigue siendo nuestro Norte, como argentinos, como cristianos y como Peronistas. Se trata entonces, de resistir a favor de la existencia misma de la patria.
JORGE GARRIDO
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