Muchos de nuestros compatriotas son pobres, pero no avaros egoístas. El humilde de la patria comparte con dicha ese mate lavado que lleva en sus callosas manos llenas de verdades.
El ministro Nicolás Dujovne habló de ajuste, austeridad y esfuerzos compartidos. Ante ciertas realidades personales del señor ministro parece una atroz burla a la sociedad. Dujovne declaró poseer una fortuna de 97 millones de pesos, de los cuales 74 millones están en el exterior de nuestra Argentina. Gran parte de ese capital está colocado en inversiones de sociedades extranjeras. Además, el “pícaro” Nicolás blanqueó 20 millones que poseía sin declarar (un gran evasor) Así parece ser destacado por Mauricio con un ministerio que administra las finanzas de la nación.
Pero para marcar la definida conducta de Dujovne emergen pagos de vuelos privados con dinero del Estado, o sea de la gente. Más aún opíparas cenas ($3000 por persona) privadas, domiciliarias en la propiedad del ministro son abonadas con dinero ministerial. Y la frutilla del postre o mejor dicho el “seudoalfajor” del postre, es que entre todos los argentinos le pagamos los chocoarroz al “ahorrativo funcionario”.
Entre empleados del ministerio despertó indignación cuando debieron darle curso administrativo a boletas por una caja de Chocoarroz de 24 unidades de $360, antes del último aumento.
Mientras trabajadores, jubilados, pensionados y la sociedad toda afronta una ola de impagables tarifas de servicios públicos, el mentor de la austeridad nos hace pagarle cenas, viajes y hasta los emblemáticos dietéticos chocoarroz.
¿Nicolás Dujovne estará preparando sus valijas para dejar el ministerio que le queda demasiado grande? ¿El presidente de la nación le pedirá su renuncia, o será “cómplice” de tanta irrespetuosa impericia?
Comentan que desde la más importante oficina de la Casa Rosada se escuchó el resonar estruendoso de una imperativa voz que decía: “Decile a Dujovne que no sea RATA y que se pague los chocoarroz con su dinero”…
Situaciones de una ARGENTINA que nos duele en lo más profundo del ALMA. Cambiemos parece una fábula de verano, una mentira muy bien ataviada, un relato de poderosos para ser más millonarios aún de lo que ya lo son.
Qué insondable valor de dignidad, hermano, tiene tu mate cebado con tanto cariño, con algunos populares bizcochitos, tan alejados de la infamia de un chocoarroz ministerial que pagan los pobres de la patria.
Austeridad y hambre para los mismos de siempre, privilegios y fortunas mal acumuladas para los que poseen su corazón fuera de nuestras celestes fronteras.
¿Se indignarán algunos periodistas con este escándalo, o sólo lo considerarán como una “travesura ministerial? ¿Nuestros comunicadores sociales tratarán el tema en su genuina magnitud, o mirarán una vez más para otro lado?
Para Nicolás la consigna no es “Patria SÍ, colonia NO”. Quizás sea “chocoarroz para TODOS…
¡Qué desabrido y superfluo sentido de la vida!
Máximo Luppino
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