El movimiento Nacional Peronista, a lo largo de más de 70 años de existencia, ha sumado pautas de argentinidad a las sagradas bases dogmáticas que San Martín, Manuel Belgrano y Juan Manuel de Rosas, entre otros próceres, establecieron.
Por ejemplo: Para los Neoliberales los Padres de la patria sufrieron conflictos psicológicos en el proceso de independencia. Parecería que los más altos funcionarios actuales desearan ser una perfumada colonia sin propia identidad antes que un país soberano con su distintiva historia. Al punto tal que expulsaron a nuestros próceres del papel moneda colocando en su lugar simpáticos animales sin connotación patriótica. Claro, el billete por ellos admirado, el travieso ascendente Dólar, posee en su primogénita unidad monetaria a George Washington, el prócer distintivo de los EEUU. Nosotros miramos ballenas y gorriones, ¿Qué nos quieren decir nuestros mandatarios?
Para el dogma justicialista nuestros próceres conforman los guardianes permanentes del ALMA VIVA de nuestra patria. Nuestros héroes son los grandes arquetipos a seguir. Tarde o temprano San martín y demás próceres volverán a estar grabados en nuestra unidad monetaria. El Gran Capitán, El Santo de la Espada, es motivo de profundo orgullo nacional, portador de una conducta recta y generosa que ilumina todos los rincones de la patria.
Para estos funcionarios parece que Malvinas es un territorio negociable con la cruel potencia invasora.
Para nosotros, MALVINAS es una herida abierta que sangra constantemente con el recuerdo permanente de nuestros caídos y combatientes. Vibramos de emoción afirmando siempre: ¡Las Malvinas son argentinas!...
Para los cultores del mercado, el otro es “un elemento de consumo”. Parece ser más valorado por su capacidad de compra que por lo que piensa y siente.
Para los seguidores del General, humanistas y cristianos, el semejante es nuestro compañero, nuestro hermano de camino, un ser lleno de la omnipresente vida de DIOS.
Para el gobierno, el FMI es una solución a los problemas económicos del país.
Para nosotros, el FMI es el brazo financiero opresor de los imperios reinantes, que siembra dependencia y hambruna en todo el mundo pobre del planeta.
El gobierno empuja a la clase media a la pobreza y a los pobres a la indigencia más atroz, cuidando a las empresas.
Los peronistas queremos a los humildes, deseamos que todo habitante de la patria pueda vivir con dignidad y realización económica.
Estas diferencias las marcamos con profundo sentido de UNIDAD, tratando que todos comprendamos que la Argentina necesita de un gran esfuerzo colectivo. Pedimos disculpas por errores cometidos y damos generosos la “otra mejilla” recordando que “Para un ARGENTINO no debe haber nada mejor que otro ARGENTINO” Juan Domingo Perón.
Primero la patria con un pueblo feliz, todo lo demás se construirá con trabajo constante y la gracia de DIOS
Máximo Luppino
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