CARLOS MENEM, EL GRAN CAUDILLO

domingo, 14 de febrero de 2021

Los grandes hombres dejan huellas indelebles en la historia de los pueblos. Es el caso de Carlos Menem, quien dibujó una estela imborrable en las páginas doradas de los grandes episodios Argentinos. 



Fueron muchos los puntos de vista que nosotros como justicialistas no compartimos con el gran riojano, pero siempre lo reconocimos como peronista de “paladar negro”. Dueño de un magnetismo seductor de masas que asombraba profundamente… 

En el gobierno de Carlos se encapsuló la monstruosa inflación que aniquilaba el poder adquisitivo de los más pobres y de la sociedad toda. Durante los 10 años de Menem como presidente los precios de nafta, propiedades y alimentos estaban congelados de verdad. No menos importante fue la solución de múltiples puntos limítrofes con la República de Chile que generaba una sombra mortuoria no deseada de un posible conflicto armado entre naciones latinoamericanas. Cabe señalar que los intereses argentinos en los temas territoriales en litigio con la Nación trasandina fueron adecuados para nuestro país. Como el caso de “Hielos Continentales”. La posibilidad de una guerra con Chile se esfumó definitivamente.  

Seguro que Carlos Menen es la figura política nacional más discutida y polémica. Rechazado por algunos, amado por muchos. Sabemos que la presidencia de Carlos Menem gozó de singulares picos de gloria y padeció de algunos valles de errores innegables. 

Desde siempre, juzgar a los semejantes es muy difícil. Máxime aun cuando se trata de un expresidente que tomó medidas cruciales para nuestra Nación. 

Menem fue uno de los más carismáticos políticos argentinos. Gobernador de la mítica provincia de La Rioja, presidente de la Nación y senador de la patria en múltiples oportunidades.  

Carlos Menem entendía la dinámica popular con singular precisión. Se autodefinía como un discípulo dilecto del General Juan Domingo Perón. 

El fallecimiento de Carlos Menem reanudará viejas polémicas a las cuales los argentinos somos tan dramáticamente proclives. Argentina debe aprender a honrar a todos sus expresidentes constitucionales elegidos por el pueblo. Es una forma digna de enaltecer la democracia y la voluntad de las mayorías.  

Hablamos de Carlos Menem desde la insondable calidez del corazón. Lo evocamos desde el cariño que se profesa a una persona cercana a nuestra alma, cual un familiar o a un gran amigo. Carlitos se fue a dar una vuelta por el cosmos para volver a la política argentina como el halcón de la persuasión que siempre fue. Falleció con “las botas puestas”. La política siempre lo distinguió como un hijo pródigo. Fallece siendo senador de la Nación Argentina, político de vocación plena y auténtica. 

Recordaremos con amor constante al caudillo de patillas pronunciadas, al autor del “¡Menem lo hizo!”, al dueño de centenares de tropiezos dialécticos y miles de sonrisas cómplices. 

¡Hasta siempre, querido CARLOS. El General te sonríe y el pueblo te quiere!


              Máximo Luppino


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