Dentro de muy pocos días los argentinos acudiremos a sufragar. El destino de la Nación está en juego. En manos del soberano se determinará el rumbo que la República tomará.
Los ciudadanos son bombardeados, casi hasta la saturación, con publicidad política partidaria donde existen propuestas de gestión, reinando muchas mentiras y demasiadas fábulas.
¿En caso de llegar a la presidencia de la Nación, Javier Milei dolarizará la economía del país? Es una medida por demás trascendente como para tomarla con irresponsable liviandad. Junto con el peso se irá gran parte de nuestra identidad como patria, junto con los sueños e ideales de una Nación libre y soberana. Nuestro flujo monetario sería manejado desde el exterior, sería renunciar a nuestra libertad y soberanía. Luego de una supuesta dolarización, ¿qué figura de patria quedaría en pie? ¡Sería aceptar de rodillas el peor sueño cipayo de dependencia!
Quizás Patricia Bullrich de un día para otro levante el “cepo” cambiario, saque los aguinaldos y las indemnizaciones regalando a las patronales un festival de atropellos laborales.
Claro que necesitamos combatir la delincuencia, pero el candidato a senador, Esper por Larreta, considera delincuentes “peligrosos” a los que cortan calles (hasta la Sociedad Rural cortó rutas). ¿Esper le propinará balas también a ellos? o ¿Las balas son sólo para los pobres y humildes? ¿Serían balas selectivas? Ninguna salida adecuada es con violencia. La fuerza se debe reservar para los delincuentes de magnitud. Hay que discernir profundamente entre protesta social y delincuencia manifiesta. Reducir todo a “balas o cárcel” es una fórmula por demás simplista.
Nadie debe elegir por nosotros. Cada uno es dueño de su voto. Es un ejercicio de identidad soberana. No ir a sufragar es renunciar a este divino derecho.
Debemos concurrir a votar. Hay quienes desean sumergir a nuestra sociedad en una apatía profunda. Recordemos siempre que “la acción es superior a la inacción”
¿Quién desea perder aguinaldo, vacaciones o su derecho a ser libre y feliz? Debemos decidir nosotros nuestro rumbo a seguir eligiendo lo que nos parece mejor. Los que pretenden que no elijas es porque ellos desean elegir por vos. El sistema democrático se fortalece participando y el primer paso es concurrir a sufragar. Una persona, un voto. La política mejora con más política, con capacidad de discernir entre lo correcto y lo inconveniente.
Valoremos nuestra persona concurriendo a sufragar y eligiendo según nuestro leal saber y entender.
Sueño con una comunidad que valore su propia moneda, su identidad, su cultura, nuestra argentinidad humanista y solidaria.
El 13 de agosto todos a votar. Que sea un día de fiesta cívica y democrática. Nuestra bandera brillará con más luz propia y lozano fulgor.
Todo saldrá como quieras que salga. El poder de los ciudadanos es fabuloso.
Máximo Luppino
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