El intento de destrucción de una sociedad encuentra asidero cuando algunos de los que aspiran a ocupar funciones destacadas afirman en forma temeraria: “¡Somos un país de mierda!”
¿pretenden dirigir los destinos de una Nación “pensando” que nada valemos? Sería de antemano anunciar el fracaso de su gestión.
¡Todo argentino bien nacido sabe que somos una gran Nación, con un pueblo maravilloso!
¡Piénsate bravo y serás un luchador valiente y formidable! Aquello que pensamos es en lo que nos convertimos.
Nadie debería seguir a quienes dicen que somos poco más que excremento, ya que de ninguna manera es verdad. A lo sumo, el que manifiesta estas pavadas está proyectando en los demás sus propias frustraciones y cobardías.
Los que atentan contra nuestra patria son en realidad nuestros verdaderos enemigos. Nuestro papel moneda vale y si hay inflación sencillamente la superamos, pero no entregamos nuestra identidad monetaria a la moneda de otra Nación.
Dentro de pocas horas nuestra República elegirá las más altas autoridades nacionales y provinciales. Votemos patria, elijamos a los que hablan de nuestra bandera y de nuestros ideales de Nación. Destaquemos a los que saben que las Malvinas son argentinas. Sigamos a aquellos que aman a nuestras empresas estatales, desde nuestros ferrocarriles hasta Aerolíneas Argentinas.
YPF es parte indeleble de nuestra identidad y significa soberanía energética. Libertad no es realizar anárquicamente lo que se nos viene en gana. Libertad es responsabilidad comunal en función de servicio para con nuestros semejantes. Libertad es construir con amor una patria grande con su “Comunidad Organizada” bajo la luz de la solidaridad.
Escuchamos decir a un candidato sobre un suicida: “Es su problema”. NO. Es un problema de todos y debemos siempre socorrer al necesitado.
El Papa Francisco nos recuerda:” ¡El verdadero poder es el servicio!” El jefe del Vaticano proviene de nuestra patria. Es argentino y cree en nuestra república.
Una candidata quiso entregar Malvinas por vacunas, otro quiere “destruir” nuestra moneda. Pensá y sentí nuestra bandera a la hora de sufragar.
Argentina es nuestro hogar. Prestale tu poder para dirigir nuestra Nación a quien está más preparado para conducir los destinos de la patria.
Sin motosierra, ni lanzallamas, menos dinamita. Nos hace falta equilibrio y responsabilidad.
Nosotros elegimos a Massa-Rossi y en Buenos Aires Kicillof-Magario. Son fórmulas de trabajo que cuidarán nuestras empresas estatales a la vez que mantendrán y acrecentarán los derechos laborales.
Libertad es más derechos para nuestros semejantes. Mayor libertad es más compromiso de fraternidad cotidiana manifiesta.
Nadie se realiza en una comunidad que no está realizada. La salida es hacia arriba y con todos, sin exclusiones.
“Para una argentino no hay nada mejor que otro argentino”
¡Argentina es un gran país!
Máximo Luppino
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